Las imágenes de la última escapada de Juan Carlos I y la infanta Elena para navegar en Sanxenxo: cercanía e invitados de lujo

Juan Carlos I y la infanta Elena han protagonizado este domingo una de las imágenes más esperadas de su escapada a Sanxenxo. Tras varios días en Galicia, el rey emérito ha recibido la visita más especial hasta ahora: su hija, que no ha querido perder la oportunidad de reencontrarse con él y acompañarlo en uno de los planes que más disfrutan juntos, las regatas.

La pasión por el mar es un vínculo que comparten desde hace décadas y, de hecho, cada vez que el monarca pisa suelo español —un hecho ya poco frecuente— suele ser para participar en competiciones náuticas.

La infanta Elena llegó a Sanxenxo el sábado por la noche —tras una agitada semana de viajes—. Apenas unas horas después, se dejaba ver a primera hora del domingo saliendo de la casa de Pedro Campos, gran amigo del rey, en el mismo vehículo que su padre. Mientras Juan Carlos ocupaba el asiento delantero, ella se acomodaba en la parte trasera, ambos sonrientes y listos para afrontar una intensa jornada marinera.

Ya en el Real Club Náutico de Sanxenxo, la hija mayor de los eméritos se mostró muy cercana y cariñosa, saludando con naturalidad a la tripulación del Bribón y a los asistentes que se encontraban en las inmediaciones. En plena polémica judicial por las demandas interpuestas por Juan Carlos contra Miguel Ángel Revilla y Corinna Larsen, Elena reafirmaba así su apoyo incondicional a su padre, al que no ha dejado solo nunca.

La jornada de regatas estuvo llena de encuentros especiales. El expiloto Sito Pons y el regatista Jordi Xammar visitaron al rey emérito en los pantalanes poco antes de soltar amarras. Conversaron animadamente con Don Juan Carlos y con otros regatistas participantes en la segunda prueba de la Liga Española de 6 Metros, que se celebra este fin de semana en la ría de Pontevedra.

Mientras el rey embarcaba en el Bribón para disputar la última jornada de regatas; la infanta Elena, Pons y Xammar seguían la competición desde la lancha de apoyo. A pesar de sostenerse continuamente en su bastón y necesitar ayuda de su equipo, Juan Carlos se mostró de muy buen humor y entusiasmado por volver a sentir el mar bajo sus pies.

Desde su llegada el pasado martes a Galicia —en la que es su primera visita a España en 2025— el monarca se ha dejado ver en contadas ocasiones. El miércoles fue fotografiado disfrutando de una comida en una célebre marisquería de O Grove, parada obligada para él en cada viaje a Sanxenxo.

El viernes, acompañado por Pedro Campos, salía a navegar para preparar el campo de regatas, luciendo ropa deportiva y saludando a un grupo de niños desde el Bribón. El sábado, aunque acudió al náutico, no participó en la primera jornada de la competición y optó por salir a navegar en la semirrígida 'Cristina'.

La jornada de este domingo ha dejado imágenes entrañables: una infanta Elena sonriente, un Juan Carlos I arropado por su gente, y un ambiente de complicidad que pone en evidencia que, para ellos, el mar sigue siendo su refugio más sincero.