La silenciosa despedida de doña Letizia y Leonor: las fotos de la Princesa de Asturias cruzando el canal de Panamá

Su reencuentro dio la vuelta al mundo y copó innumerables titulares, pero la despedida de doña Letizia y Leonor ha sido mucho más silenciosa. Han tenido que separarse para que la Princesa de Asturias cruce el Canal de Panamá a bordo del Elcano, como vemos en las fotografías que se realizaban este martes, y para que la Reina retome su agenda pública este viernes.

La heredera navega ya rumbo a Colombia, de nuevo en el Atlántico, con la ciudad de Cartagena de Indias como próxima parada, donde está previsto que el buque-escuela atraque el próximo viernes. Será la penúltima escala del Elcano antes del fin de la travesía en Nueva York, con Santo Domingo como siguiente destino tras la ciudad colombiana.

Una travesía de cinco meses en la que ha habido un punto de inflexión con esa visita que hizo la reina Letizia a su hija mayor, aprovechando la escala que hacía el barco en Panamá. Las dos se fundieron en un abrazo que no tardó en ocupar todas las portadas de nuestro país, disfrutando después de unas horas libres antes de la recepcíón a bordo del Elcano que se celebró el mismo sábado por la noche.

Más allá de la comida tradicional de la que disfrutaron en el casco viejo de la capital panameña, no se ha sabido nada de los planes de madre e hija durante esta última escala de la Princesa en el Pacífico. Tras una primera jornada de la que ha habido fotografías distribuidas por la propia Casa Real, que informaba del viaje que efectuaría doña Letizia unas horas antes de emprenderlo, el resto de días y las actividades han sido estrictamente privados y no se ha tenido ninguna pista de las mismas.

Pero los días juntas tenían fecha de caducidad, que era este mismo martes, cuando la princesa Leonor tenía que embarcarse de nuevo en la que es su casa desde el pasado enero para continuar con la travesía. Junto a sus compañeros, presenciaba en cubierta cómo el barco cruzaba una de las cinco esclusas que tiene el Canal de Panamá, la de Miraflores.

Un momento en el que se repetía el patrón habitual, con los guardiamarinas unidos y disfrutando del momento, además de una Leonor relajada y más que hecha a la vida en el mar y a esa disciplina de los ejércitos que ya ha asumido como parte fundamental de su camino hacia un futuro trono.

El encuentro con la reina Letizia, tras cuatro meses sin verse, ha servido a la heredera para cargar pilas, al igual que al resto de sus compañeros les ha supuesto un chute de energía poder reunirse con sus familiares en algunas de las escalas que ha efectuado el buque-escuela Elcano. Aunque los guardiamarinas pueden comunicarse de cuando en cuando con los suyos, lógicamente no es suficiente.

Así, la reina Letizia y la princesa Leonor pudieron disfrutar de un primer abrazo público y después, de tres días de planes compartidos. Pero en el momento de la despedida, madre e hija han querido que fuese totalmente privada, guardándose esta vez los abrazos para ellas solas.

Lo bueno es que queda menos de un mes para que puedan volver a verse. Será a principios de junio cuando la travesía del Juan Sebastián de Elcano toque a su fin en Nueva York. Un momento en el que la princesa Leonor, además de reencontrarse por fin con su familia, esta vez al completo -la infanta Sofía habrá terminado ya su Bachillerato Internacional-, pondrá punto y final a su paso por la Marina.