En fotos | Juan Carlos I adelanta su regreso a España, en vísperas del acto de conciliación con Miguel Ángel Revilla

No fue hasta abril cuando Juan Carlos I regresaba a España por primera vez este año y después de la demanda al expresidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla. Lo hizo para disfrutar de unas nuevas jornadas de regatas en la ría de Pontevedra a bordo del 'Bribón'. Tras su partida, se esperaba que su vuelta se postergase más en el tiempo, pero el rey emérito ha adelantado su regreso a este lunes 12 de mayo.

En torno a las 17 de la tarde, el avión en el aeropuerto de Peinador (Vigo), en un vuelo procedente de Vitoria, según ha revelado el Diario de Pontevedra. A pie de pista le esperaba Pedro Campos, su íntimo amigo y anfitrión del monarca durante sus visitas, con quien se trasladó posteriormente hasta su casa, en Nanín.

El objetivo de esta visita es para prepararse de cara a la tercera serie de la Liga Española de 6 metros, que se inicia en próximo 16 de mayo en el Real Club Náutico de Sanxenxo. Asimismo, coincide con el acto de conciliación con el expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, previsto para el mismo día del inicio del torneo. Una demanda que tiene como objeto “una serie de declaraciones realizadas públicamente por el político ante distintos medios de comunicación, entre los meses de mayo del año 2022 y enero del año 2025”, explicó el despacho de abogados que le representa a El Confidencial.

Una situación que provocó el efecto contrario, provocando que Revilla explicase su versión de los hechos tanto en una rueda de prensa como en varios programas de televisión. “Esta es una situación complicada”, afirmó el secretario general del PRC, visiblemente emocionado. Sin embargo, la defensa de Juan Carlos I reiteró que él “se refirió a él empleando expresiones injuriosas, difamantes y oprobiosas que lesionan su derecho fundamental al honor (art. 18.1 de la Constitución Española)”.

Ahora queda esperar si el rey emérito, con motivo de su estancia en España, visitará Santander con motivo del acto de conciliación. Si acepta, tendrá que verse obligado a rectificar de manera pública por los mismos medios e indemnizarle con 50.000 euros por los daños morales causados, que será abonado a Cáritas.