Alexandra de Hannover se diferencia del estilo de su madre: el acto que ha reunido a Carolina de Mónaco con su hija y su yerno

Alberto de Mónaco recurre con bastante frecuencia a su hermana Carolina para alguno de sus actos. Suelen ser eventos ligados a acontecimientos culturales y sin trascendencia institucional, como en la Exposición Canina Internacional de Mónaco. Se trata de un espectáculo social en el que la familia principesca ha mostrado su interés por los animales de cuatro patas. Además, han contado con la presencia de Alexandra de Hannover, quien no ha dudado en mostrar su pasión por ellos.

Madre e hija comparten una raza de perro favorita, los teckles. Mientras que Carolina posee dos caninos, Alexandra presume de una perra salchicha mezcla con golden de nombre Eloïse von Lexington. Su amor por ella le impulsó a mostrarla en redes sociales, donde creó un perfil dedicado a su vida cotidiana. Aunque llegó a tener cerca de 400 seguidores, optó por abandonarlo en 2022.

Sin embargo, pese a su sintonía por dicha mascota, ni Carolina ni Alexandra optaron por el mismo estilo al acto. Por un lado, la hermana del príncipe Alberto escogió un traje recto en color caqui que combinó una camisa blanca con bolso turquesa de mano y las bailarinas bicolor de Chanel. Por otro lado, la hija de la princesa y Ernesto de Hannover optó por un vestido midi de mangas abullonadas y estampado barroco. Eso sí, al igual que su madre, escogió un zapato cómodo y se decantó por unas merceditas negras.

El acto, celebrado en el Espace Fontvieille de Mónaco, es una de las citas anuales obligadas para la familia principesca. Además de los príncipes, Alexandra de Hannover estuvo acompañada por su pareja Ben-Sylvester Strautman, con quien lleva desde hace ya varios años. Fue en la boda de Christian de Hannover, su hermano mayor por parte de su padre, en marzo de 2018 cuando le presentó al resto de los grimaldi.

Desde entonces, es habitual ver a Ben al lado de la hija de Carolina y los diferentes miembros de la casa principesca. También estaba Mélanie-Antoinette de Massy, nieta de Antoniette y sobrina de Rainiero III. Fiel escudera de Charlène, fue una de las encargadas de otorgar el último trofeo durante la ceremonia, después del príncipe Alberto y su hermana. El evento batió el récord de convocatoria con más de 1.400 perros de todo el mundo y a punto de celebrar su centenario desde que se creó en 1927.