Una royal sorpresa y solo cuatro que pueden vestir de blanco, en la misa de inicio del pontificado del papa León XIV

Asistimos este domingo a un nuevo cónclave royal, después del que tuvo lugar en enero por los 80 años de la liberación de Auschwitz y de hace apenas tres semanas, cuando el mundo daba el último adiós al papa Francisco en la plaza de San Pedro del Vaticano. Y este mismo lugar será escenario de un nuevo encuentro entre reyes, reinas, príncipes y princesas por la misa de inicio del pontificado de León XIV. Habrá una royal sorpresa y solo cuatro que pueden vestir de blanco.

Como el funeral, empezará a las 10 de la mañana y se prevé gran afluencia de público y asistentes. Unos 250.000 fieles y 200 delegaciones de diferentes países, entre ellas la española, volverá a paralizar las calles de Roma, aunque sí se espera que sea menos multitudinaria que el funeral del anterior pontífice.

Algunos de los líderes mundiales que ya han confirmado su asistencia son el argentino Javier Milei, el vicepresidente estadounidense Vance, Ursula von der Leyen o Zelenski. Esta vez sí habrá representación israelí, a diferencia del funeral de Jorge Mario Bergoglio, lo que ha sido interpretados por algunos como un intento de limar asperezas y acercar posturas con el Vaticano.

No falta este domingo en San Pedro la delegación española, con los Reyes a la cabeza, aunque será menos numerosa que en el último adiós del papa Francisco. Representando al Gobierno, la vicepresidenta Montero. Pero vamos a centrarnos más en el apartado royal, porque habrá grandes ausencias y presencias sorpresa que podrán encontrarse con don Felipe y doña Letizia.

Quizá la más llamativa, la de la princesa Victoria de Suecia, cuya asistencia a la misa de inicio del pontificado de León XIV se anunciaba hace unos días desde la Casa Real. Los países escandinavos no suelen tener representación en ese tipo de citas, como se pudo comprobar en la última, la misa de entronización del papa Francisco en 2013. De ahí que haya representación nórdica sea toda una novedad.

Porque, la Casa Real de Dinamarca, por su parte, ya ha confirmado que, a diferencia del funeral del 26 de abril, al que asistió la reina Mary, no habrá representación de palacio en esta misa y tampoco se espera a nadie de la familia real noruega. Así que Victoria de Suecia será la única procedente de una monarquía nórdica.

Diferente es con el resto de coronas europeas. Además de don Felipe y doña Letizia, estarán presentes los máximos representantes de Luxemburgo, Bélgica y Mónaco, además de Máxima de Holanda, esta vez sin la compañía del rey Guillermo Alejandro, que sí asistió a la de Jorge Mario Bergoglio hace doce años. En este grupo también podemos incluir a Alois y Sophie de Liechtenstein, que no son los máximos representantes de la monarquía del pequeño país, pero sí de facto.

Y a esta lista también hay que sumar a otros representantes reales, además de la princesa Victoria de Suecia, como el príncipe Eduardo, duque de Edimburgo, que asistirá en nombre de su hermano, el rey Carlos III.

¿A cuál de las royals podemos ver vestidas de blanco?

Aunque las indicaciones que da el Vaticano para vestir en encuentros con el papa no son obligatorias, es raro que reinas y princesas no se ciñan a estas recomendaciones de forma estricta. Así, lo normal es que en este grupo de royals veamos mucho color oscuro, tanto en hombres como en mujeres, con faldas por debajo de la rodilla en el caso de ellas, pocos escotes, joyas discretas y velos o mantillas en la cabeza.

Pero hay cuatro de ellas que pueden hacer uso del llamado 'privilegio de blanco', por el que las reinas de países católicos con vinculación histórica con el Vaticano pueden elegir ropa blanca en lugar de colores oscuros. Ellas son la reina Letizia, la reina Matilde de Bélgica, la gran duquesa de Luxemburgo, María Teresa, y Charlène de Mónaco. Además de ellas, también podrían lucirlo las reinas Paola de Bélgica y doña Sofía, pero no irán a la misa, por lo que esa posibilidad se anula.

Ahora bien, esto tampoco es una imposición, solo un privilegio del que pueden hacer uso, por lo que es posible que alguna de ellas siga optando por el negro o cualquier otro color oscuro para sentarse en la plaza de San Pedro del Vaticano. De hecho, hay un ejemplo claro y no muy lejano de cómo una royal ha prescindido del blanco para un encuentro con el papa Francisco.

Hablamos de Charlène de Mónaco, que en 2022 era recibida, junto al príncipe Alberto en audiencia por el pontífice argentino. Y, aunque en anteriores encuentros sí hizo uso del 'privilegio' de blanco', prefirió volver al negro, interpretando a su manera esas indicaciones que da el Vaticano para las damas que se encuentran con el sumo pontífice.

Así que no podemos asegurar que este domingo cuatro royals irán vestidas de blanco, pero sí que las cuatro que pueden hacerlo se unirán a la sorpresa de Victoria de Suecia, Máxima de Holanda y Sophie de Liechtenstein en esa misa de inicio del pontificado del papa León XIV.