La princesa de los mil millones: las cifras que demuestran que Kate Middleton es el gran talismán para la moda británica
La industria de la moda ha crecido considerablemente desde que la ahora princesa de Gales anunciara su compromiso con Guillermo. Las cifras son claras
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Por si alguien tenía alguna duda, el llamado 'efecto Kate' existe. Es decir, la princesa de Gales es una especie de Rey Midas para las marcas. Todo lo que toca se convierte en éxito y eso se transforma en mucho dinero para las firmas que presumen de vestirla. Concretamente, según un estudio reciente, la princesa vale mil millones de euros: son cifras que dejan claro por qué Kate Middleton es el gran talismán de la moda británica.
Así lo asegura la edición británica de 'Vogue', que publica un extenso artículo sobre cuánto ha revalorizado la esposa del príncipe Guillermo la moda del Reino Unido. Un billón anglosajón cada año, mil millones que empezaron con ese vestido azul con el que presentó, aún nerviosa, ante los medios de comunicación como la prometida del futuro rey.
Aquel diseño, que costaba en su momento 385 libras, se agotó en menos de un día y poco después fue replicado por numerosas tiendas en las calles más comerciales. Era solo el pistoletazo de salid de lo que estaba por comenzar, algo que en esta publicación llaman 'Economía Kate', un impulso dentro del microclima fiscal gracias al que la economía nacional también prospera.
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Desde 'Vogue' consideran a Kate Middleton la "compradora más patriótica de la moda británica". En su vestidor abundan prendas de Burberry, Alexander McQueen o Jenny Packham, pero también de otras firmas menos conocidas a nivel internacional, como son Reiss o Whitles, que incluso pusieron su nombre a una blusa de la marca que lució poco después de anunciar su compromiso con el príncipe Guillermo. Spóiler: también se agotó.
Las cifras son claras y no solo afectan a firmas reconocidas y ya asentadas, sino también benefician a esas más pequeñas que replican los diseños que lucen o lanzan prendas parecidas a las suyas, dando así alternativas a los bolsillos menos afortunados.
Y hay muchos ejemplos claros. Uno que dio la vuelta al mundo, ya que es su vestido de novia. El diseño, creado por Sarah Burton para Alexander McQueen se convirtió en icónico, entrando en ese olimpo de los más recordados, como el de Grace Kelly o incluso el de Diana de Gales, aunque por motivos diferentes. La marca triplicó ese año sus ventas, alcanzando los 42 millones de libras.
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Otro ejemplo, mucho más reciente. En 2022, durante la misa de celebración del Jubileo de Platino de Isabel II, la entonces duquesa de Cambridge apareció con un vestido en color amarillo de Emilia Wickstead. No era un diseño novedoso, no sorprendió. Era un diseño esperado, fiel al estilo pulcro y elegante de su propietaria. Pero esa esa elección se tradujo en beneficios de 3,8 millones de libras para la marca.
No faltan cifras de 2024, aunque es el año en el que la agenda de la ahora princesa de Gales estuvo reducida al mínimo por su operación abdominal, diagnóstico de cáncer y posterior tratamiento. Sus apariciones públicas fueron escogidas con mimo y los looks para cada una de ellas, también. Y seguro que recuerdan cómo se presentó en la final de Wimbledon, de la mano de su hija Charlotte y enfundada en un vestido morado de Safiyaa. Ese gesto supuso para la marca 4,8 millones.
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Y sin dar cifras económicas, la diseñadora de calzado Jennifer Chamandi también admitió en su momento que el impacto en ventas cuando la entonces duquesa apareción con una de sus creaciones, fue grande.
"Recibimos mensajes de todo el mundo, preguntando con qué rapidez podíamos entregar un envío del estilo que Kate lució. Al ser una marca británica, que usara mis zapatos fue un sueño hecho realidad. Después de otro confinamiento intenso, fue como un rayo de optimismo", contaba.
Claro que todas estas cifras y el entusiasmo de las marcas por esos beneficios innegables chocan de frente con el objetivo de la princesa de Gales de que no se hable de su ropa, para lo que el palacio de Kensington anunción que ya no compartiría más información a medios sobre sus looks. Para ellos, la importancia está en su trabajo no en su apariencia. Pero quizá con estos datos y sabiendo que la industria de la moda gana mil millones de libras solo gracias a ella, igual cambian de opinión.
Por si alguien tenía alguna duda, el llamado 'efecto Kate' existe. Es decir, la princesa de Gales es una especie de Rey Midas para las marcas. Todo lo que toca se convierte en éxito y eso se transforma en mucho dinero para las firmas que presumen de vestirla. Concretamente, según un estudio reciente, la princesa vale mil millones de euros: son cifras que dejan claro por qué Kate Middleton es el gran talismán de la moda británica.