Felipe VI y la reina Letizia acuden a la misa funeral de Serafín Sedano, capellán del Palacio de la Zarzuela

Este jueves, se anunciaba el fallecimiento de Serafín Sedano, el que fuera capellán durante décadas del palacio de la Zarzuela. Lo hacía a los 92 años de edad y llevándose con él los secretos de la familia real debido a su papel como confesor tras casi 30 de servicio a la Casa Real. Los Reyes no han dudado en acercarse a la Capilla de los Alabarderos del cuartel El Rey de la Guardia Real, el mismo lugar al que tanto la princesa Leonor como la infanta Sofía fueron durante sus años de guardería.

Pasadas las 19 de la tarde, un coche conducido por Felipe VI llegaba al templo religioso ubicado en Madrid. A su lado, Letizia saludaba a los medios allí congregados desde el lugar del copiloto y con la ventanilla bajada. De esta manera, han querido acompañar a familiares y allegados, aprovechando también que tenían la agenda despejada.

El último acto tuvo lugar el martes, cuando los Reyes presidieron la celebración del 130º aniversario de la Asociación de la Prensa de Madrid. Su agenda tuvo que ser modificada por la cancelación de la visita de Estado a España de Haitham bin Tariq, sultán de Omán, a causa del fallecimiento de su suegra, Lady-Al Jalila. Sin embargo, ninguno de los actos programados se trasladaban al jueves, por lo que tenían total disponibilidad.

De esta manera, los Reyes se han despedido del que fuera el responsable de los servicios religiosos de palacio hasta el verano pasado. Durante años, don Serafín Sedano se encargó de oficiar la misa dominical, a la que solían acudir, la reina Sofía, su hermana, la princesa Irene, y el rey Felipe. Fue con él con quien mantuvo una estrecha confianza tras la marcha del rey Juan Carlos I, debido a la educación que recibió en la fe católica como corresponde a un monarca español.

“En el momento presente, soy un sacerdote con 92 años, 68 de Pastor y sin ninguna misión canónica. Mi situación actual es de persona privada con derecho a una 'intimidad'. Quiero pedir vuestra generosidad en el perdón de tantas cosas que no haya hecho bien y os hayan podido molestar. El que pide perdón reconoce con humildad los fallos y el que sabe perdonar tiene un corazón de 'valiente'.”, rezaba la carta de despedida de don Serafín Sedano, publicada por Virginia Delgado en 'Elpardo.net'. Su estrecha relación con el rey Juan Carlos marcó su vida, el cual dio la casualidad que se encontraba la semana pasada en España, no acudiendo así al acto de conciliación con Miguel Ángel Revilla.