Máxima de Holanda, elegancia clásica en Sudáfrica con un dos piezas de hace más de 23 años que muestra que mantiene su figura

No está siendo este un viaje fácil para Máxima de Holanda a nivel de imagen. Desde su llegada a Sudáfrica y su plantón a la prensa, son muchas las voces críticas que se han alzado contra la reina de los Países Bajos. Sin embargo, ella, ajena a todo, ha continuado con su agenda como Defensora Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Salud Financiera. Y en su tercera jornada ha decidido demostrarnos que sigue manteniendo la misma figura que hace 23 años, rescatando un dos piezas de 2003.

Tras pasar un día en Johannesburgo cumpliendo con varias actividades, Máxima ha regresado este jueves a Ciudad del Cabo para participar en una reunión con organismos internacionales de desarrollo financiero. Allí se ha reunido con el ministro de Finanzas, Enoch Godongwana, entre otras autoridades de Sudáfrica.

Como mencionábamos, la reina ha decidido darle una nueva vida a un conjunto que guarda en su vestidor desde hace más de dos décadas. Fue en abril de 2003 cuando una jovencísima Máxima estrenó el dos piezas para botar la fragata de mando de la Marina Real Holandesa ‘Evertsen’. Ahora, 23 años después, la esposa de Guillermo Alejandro ha demostrado que el modelo le sigue valiendo.

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Núria Tiburcio

Nos encontramos ante un conjunto en azul celeste, formado por una chaqueta de manga larga, con escote chimenea, botonadura delantera y lazo en la cintura, y una falda de largo a la rodilla. Un dos piezas muy clásico y elegante, al que Máxima ha querido revivir tras lucirlo también en 2011, durante una visita oficial a Alemania junto a su marido y su suegra, la entonces reina Beatriz.

Este tipo de elecciones vintage nos parecen de lo más acertadas, pues además de demostrar que sigue manteniendo la misma figura que cuando comenzaba su andadura en la casa real, también dejan claro que Máxima es una persona concienciada con el medio ambiente, a la que le gusta reciclar y rescatar piezas para así evitar tener que comprar nuevas. Ya se sabe: un buen conjunto es para toda la vida.

Hace bien poco, en abril, durante la visita del sultán de Omán a los Países Bajos, la reina hizo lo mismo al rescatar una chaqueta blanca que estrenó en 2005 para asistir a la boda de su cuñado Friso, hermano del rey, con Mabel. Se trata de un diseño de manga larga, con escote en pico, bajo redondeado y aplicaciones también blancas en la zona del cierre.

Máxima ha decidido completar su estilismo con unos salones nude con tiras en forma de T, y el mismo broche que lució cuando estrenó el traje en 2003: una pieza que representa un cisne dorado decorado con diamantes y piedras blancas. Una gema verde es su ojo. Asimismo, lucía unos pendientes en forma de flor.

Con esta tercera jornada, Máxima pone fin a su viaje a Sudáfrica, no exento de polémica por su decisión de no posar para los medios a su llegada. Aunque se había acordado que los fotógrafos podrían hacer su trabajo, una vez aterrizó la reina cambió de opinión por, supuestamente, estar de “mal humor”. Según el periodista holandés Rick Evers, su actitud dejó ver “cómo es en realidad”.