La infanta Elena salta en Sevilla: cómo, cuándo y dónde se entrena con sus dos caballos

Ha pasado de montar en casa a hacerlo donde empezó profesionalmente. En el Palacio de la Zarzuela hay caballerizas, establos que la infanta Elena ha usado durante años, hasta que llegó la pandemia -y su padre se fue a Abu Dabi-, y ha ido trasladando a sus caballos al Club de Campo. La hípica es la gran pasión de la hermana mayor de Felipe VI, quien es criadora y amazona.

En Vanitatis hemos hablado con personas de su entorno, tanto familiar como ecuestre, y con expertos en hípica, para saber cómo, dónde y cuándo entrena doña Elena. Y hemos podido saber que este fin de semana, sin ir más lejos, estará en Sevilla, donde participará con su caballo y su yegua, con la que está empezando a entrenar y tiene muy buenas sensaciones.

Respetada en el mundo ecuestre tanto nacional como internacional, tiene incluso un concurso a su nombre, el Trofeo Infanta Elena. El concurso, que se celebró a principios de mayo en Madrid, es uno de los favoritos de los jinetes de ponis y puntúa para la final del Campeonato de España. En ese papel protagonista en el circuito ecuestre, la Infanta se dedica también a la cría de equinos, un negocio un poco ruinoso, porque se necesita una dedicación profesional que ella no puede restar a su trabajo en Mapfre, pero que le da grandes gratificaciones personales.

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Además, hace unos años compró una pequeña furgoneta para transportar a sus caballos de un sitio a otro y no tener que contratar a nadie para que lo hiciera por ella. Ella y su mozo, que le ayuda en todo lo relacionado con los caballos, viajan a los diferentes puntos de España donde haya una competición que interesa a la Infanta. Y así no necesitan la ayuda de nadie.

Sin entrenador

Hace ya años que dejó de tener un entrenador fijo. Cuando dejó de formar parte de la Familia Real perdió el privilegio de contar con entrenadores militares, como tantos tuvo a lo largo de su carrera de amazona. Su último entrenador fue el jinete militar Felipe Zuleta, uno de los mejores del país, quien se marchó a Mónaco para hacerse cargo de la carrera de Íñigo de la Osa, uno de los grandes jinetes de estos momentos.

Ahora, Elena de Borbón se entrena por sí misma, aunque es cierto, señalan las fuentes consultadas, que tiene algunos amigos, unos antiguos entrenadores, otros antiguos compañeros de campeonatos, que de vez en cuando le echan una mano. La ayudan a mejorar las técnicas de salto, en poner una pierna más hacia delante o hacia detrás, en apretar, poner la espalda recta e incluso en decidir qué filete es el adecuado para sus caballos.

Ruta de Primavera

Se espera que este fin de semana estén con ella algunos de estos compañeros en el encuentro del club ecuestre La Pineda, de Sevilla, un campeonato social -socialitos, lo llaman- en el que participará la infanta Elena junto con otros conocidos jinetes del circuito español. Desde este viernes 22 de mayo hasta el domingo se celebra el primer concurso de saltos de la Ruta de Primavera 25. Hay 274 caballos inscritos, y participan jinetes como Ignacio y Pablo Astolfi, los hermanos Valdenebro, José González Pastor y los hermanos Bidón (de la familia Daurella).

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Los caballos son una parte fundamental e imprescindible en la vida de la infanta Elena: monta cada día de la semana, varias horas, y dedica tiempo también a cuidarlos y a disfrutarlos de forma personal. Además es criadora de caballos de salto, un asunto del que no le gusta hablar porque forma parte de la esfera más íntima de su vida.

Negocio 'ruinoso'

Es un negocio poco rentable más que para unos pocos porque los caballos son animales muy caros, que necesitan cuidados muy exigentes y que tienen una salud muy frágil. En Vanitatis hemos consultado a varios expertos y un caballo sencillo, que salte hasta un metro, puede costar 10.000 euros. Pero para que salte algo más, 1,10 metro, el precio se multiplica y puede llegar a ser de 50.000 euros. Y no hablamos de caballos campeones, sino de caballos capaces de saltar esa altura, nada más. Los caballos jóvenes (de entre siete y 12 años) que saltan más de 1,10 ya son palabras mayores: a partir de esa altura, los precios se disparan.

La infanta Elena es una amazona experta que salta altura considerables. Salta tranquilamente 1,10 y ha llegado a los 1,35. Lo logró en 2014 en Segovia, por ejemplo, y en 2015 en Valdemoro, porque, como vemos, es una altura a la que no llegan todos los jinetes. Es importante tener en cuenta que se trata de binomios, es decir, caballo y jinete. Y que en la mayor parte de los casos, el caballo hace el 50 %, e incluso el 70 % del trabajo. Invertir en un buen caballo, si uno quiere triunfar, es fundamental. Pero no todos pueden permitírselo.