El look reciclado de la reina Letizia, en la graduación de la infanta Sofía: un dos piezas rojo intenso de Hugo Boss y combinada con su hija

Este sábado, el UWC Atlantic College de Gales se ha convertido de nuevo en el escenario de una jornada clave para la familia real española. A partir de las 14:30 horas, se ha celebrado la ceremonia de graduación de la infanta Sofía y lo ha hecho rodeada de emoción, orgullo… y también de cierta nostalgia.

A diferencia de 2023, cuando toda la familia al completo arropó a la princesa Leonor en su paso por el mismo colegio, este año es precisamente ella la gran ausente. La heredera al trono no podrá asistir al acto por encontrarse embarcada en la recta final de su instrucción naval a bordo del Juan Sebastián Elcano.

Aunque la ceremonia se celebra en un entorno tan discreto como el castillo de St Donat’s, la expectación es máxima. Esta vez, a diferencia del curso pasado, el colegio ha optado por retransmitir en directo el evento a través de su canal oficial de YouTube, lo que ha permitido ver en tiempo real como una vez más doña Letizia ha conseguido captar la atención mediática con su estilo.

Fiel a su filosofía de elegancia contenida y mensajes implícitos, la reina ha elegido un look que reúne tres ingredientes clave: sobriedad, tendencia y diplomacia estética. Su aparición en Gales supone un respaldo a su hija pequeña en un momento vital y por ello no ha querido robarle protagonismo escogiendo un estilismo que ya hemos visto más veces.

A lo largo de los años, ha demostrado dominar como pocas el arte de vestir para la ocasión sin eclipsar el verdadero foco del momento. Este sábado no ha sido la excepción. La royal ha apostado por un estilismo monocromático en rojo intenso de Hugo Boss, perfectamente coordinado con el look de su hija Sofía, en un gesto de complicidad. Un atuendo que no es nuevo, pues lo llevó en 2023 durante el Mundial femenino de fútbol.

Doña Letizia ha lucido un traje sastre de dos piezas, compuesto por una americana cruzada con doble botonadura negra y pantalones rectos de corte clásico, ambos en un vibrante tono escarlata. Bajo la chaqueta, se intuía una prenda negra, posiblemente un top básico, que aportaba contraste sin desviar la atención del conjunto principal.

Además, ha optado por llevar el pelo suelto y liso, en su versión más natural, y un maquillaje suave que potenciaba su mirada sin excesos. Sin joyas llamativas ni grandes concesiones al adorno, el protagonismo recae enteramente sobre el conjunto, que habla por sí mismo.

Mientras la infanta Sofía da un paso más hacia su madurez, doña Letizia, con su habitual maestría estética, vuelve a recordarnos que en la monarquía contemporánea la forma también es fondo. Y que a veces, en los pequeños detalles —un tejido elegido, un color, una presencia— se esconde todo un discurso.