La complicada llegada de Felipe VI y la reina Letizia a Brañosera, con tormenta incluida, para celebrar su histórico aniversario

Los Reyes continuan desplegando su agenda con motivo del décimo aniversario de la proclamación de Felipe VI, y este martes han protagonizado una visita histórica a Brañosera, en Palencia, reconocido como el primer municipio de España. Con motivo del 1.200 aniversario de su fuero, don Felipe y doña Letizia se han volcado con los 253 vecinos y con numerosos visitantes llegados de pueblos cercanos para celebrar una efeméride de gran peso histórico.

La llegada había sido prevista para las 11:45 horas, pero el mal tiempo, con niebla y lluvia, ha hecho que don Felipe y doña Letizia hayan retrasado su aparición hasta las 12:45. Un contratiempo meteorológico que no ha hecho mella en el ánimo de los asistentes, quienes han esperado pacientemente a Sus Majestades, conscientes de que la naturaleza es imprevisible.

A su llegada, doña Letizia ha mostrado esa cercanía que tanto la caracteriza y no ha dudado en preguntar a los fotógrafos y periodistas si habían sufrido algún percance en el camino. Muchos han confirmado que ya llevaban en Brañosera desde el día anterior, mientras la Reina ha comentado con simpatía las tormentas que ellos mismos han tenido que sortear para llegar por carretera.

Sea como fuere, y a pesar de las dificultades para acceder al lugar, los Reyes han aparecido con una gran sonrisa, dispuestos a estechar manos y hacerse fotografías con todos aquellos que se lo pedían. Como hemos dicho, el censo de Bañosera es de 253 habitantes; sin embargo, la visita de los Reyes ha hecho que se llene de gente con la intención de celebrar el aniversario y conocer a Sus Majestades.

Tras los saludos y el recibimiento popular, don Felipe y doña Letizia han presidido el solemne acto institucional, organizado por la Junta de Castilla y León, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Brañosera. El evento ha servido para reconocer el papel fundamental del municipalismo en la construcción de la identidad española, la cohesión territorial y la estructura institucional del país.

Para la ocasión, y debido también al clima, la Reina ha dejado las prendas veraniegas que últimamente lucía y las ha sustituido por un traje burdeos de la firma Bleis Madrid. Se trata de un sastre de corte clásico, formado por una blazer entallada con botón negro y otros pequeños botones en los puños, y pantalón recto. Doña Letizia lo estrenó en noviembre del año pasado, en la recepción a los deportistas olímpicos y paralímpicos participantes en los Juegos Olímpicos de París 2024.

Si en aquella ocasión combinó el traje con una blusa negra, esta vez ha optado por una de blanca de Hugo Boss. Ha completado su estilismo con mocasines con tacón de Massimo Dutti, bolso negro de Carolina Herrera y los pendientes en forma de gota de P de Paola.

Un día histórico para un municipio legendario, y una Reina que ha seguido conquistando a propios y extraños con su estilo y su cercanía.