Letizia y Felipe visitan a los afectados por el volcán en La Palma: del look sobrio a su gesto más emotivo
Cuatro años después de la tragedia de la erupción del Cumbre Vieja, los reyes han querido estar con algunos vecinos de Tajogaite en una visita cálida y llena de simbolismo
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Don Felipe y Doña Letizia han regresado a La Palma, casi tres años después de la erupción del volcán Cumbre Vieja, para reencontrarse con quienes lo perdieron todo bajo la lava. El acto, que ha tenido lugar a las 20.30, hora canaria, ha reunido a una representación de los afectados por la nueva crisis con el Tajogaite en un gesto que institucional, pero profundamente emocional.
Antes de llegar al encuentro con los vecinos, los reyes han visitado el pasador del Lomo del Piojo, otro de los puntos simbólicos en la reconstrucción de la isla. Ha sido un recorrido silencioso, de recogimiento y escucha, alejado de los grandes discursos.
Los monarcas han llegado a la plaza de La Laguna, en Los Llanos de Aridane, donde han sido recibidos por el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, y el presidente del Cabildo, Sergio Rodríguez. Pero las imágenes que se recordarán han sido sus gestos de cercanía y cariño con los habitantes que han querido acercarse a saludar y contar sus historias, como esa mujer que ha abrazado a la reina o la pequeña que solo quería sacarse una foto con ella.
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El lugar no ha sido escogido al azar: se trata de uno de los epicentros del desastre, una de las zonas cero arrasadas por el avance de la lava que destruyó buena parte del tejido habitado de la isla.
La cita se produce en la víspera del Día de las Fuerzas Armadas, que este año se celebra en Tenerife, y al que está previsto que asistan los reyes. La incógnita es si lo hará también la princesa Leonor, inmersa en la última parada de su formación militar a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano en Nueva York. Por el momento, su presencia no está confirmada, aunque no se descarta que se sume en el último momento.
Para la ocasión, la reina ha apostado por un look sobrio y funcional, en línea con el tono del acto. Ha lucido una blazer en tono piedra, ligeramente entallada y con puños remangados, sobre una camiseta blanca básica. Ha completado el conjunto con pantalones blancos rectos y unas zapatillas deportivas, ideales para caminar sobre terreno volcánico sin perder el gesto elegante.
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Como ya ha demostrado en ocasiones anteriores, Letizia sabe adaptar su vestuario al momento, combinando sobriedad con mensajes sutiles. El cabello suelto, liso y con raya al medio, y un maquillaje muy natural, han reforzado ese equilibrio entre cercanía y profesionalidad que tan bien maneja. En sus gestos —los abrazos, las miradas cómplices, las manos entrelazadas— ha estado el verdadero mensaje de la jornada.
El reencuentro de los monarcas con los damnificados ha sido cálido y cargado de simbolismo. Felipe VI y la reina Letizia han querido así renovar su compromiso con los palmeros, a quienes ya acompañaron en los momentos más duros de la crisis volcánica. En 2021, cuando las casas eran engullidas por la lava y la incertidumbre lo cubría todo, los reyes no dudaron en cancelar actos previstos —como su asistencia al Teatro Real— para volar hasta la isla y mostrar su apoyo en persona.
Entonces, su visita comenzó en el acuartelamiento de El Fuerte, en Breña Baja, donde se encontraban realojadas muchas de las personas evacuadas. Allí conversaron con vecinos, escucharon historias de pérdida y resistencia, y mostraron un especial cariño hacia los mayores, que sufrían problemas de movilidad.
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Aquel gesto fue recibido con agradecimiento por una población devastada, que encontró en los gestos de cercanía un pequeño consuelo. A diferencia de otras visitas institucionales que han resultado más tensas —como su paso por Valencia tras la DANA, donde fueron recibidos entre barro y protestas—.
Ahora, casi cuatro años después, La Palma aún cicatriza, y este nuevo encuentro con los afectados forma parte de esa reconstrucción emocional que no siempre ocupa titulares, pero que es igualmente necesaria.
Don Felipe y Doña Letizia han regresado a La Palma, casi tres años después de la erupción del volcán Cumbre Vieja, para reencontrarse con quienes lo perdieron todo bajo la lava. El acto, que ha tenido lugar a las 20.30, hora canaria, ha reunido a una representación de los afectados por la nueva crisis con el Tajogaite en un gesto que institucional, pero profundamente emocional.