Victoria Romanovna, esposa del gran duque de Rusia, tras dar a luz a su hija: "Es igual a su padre"

“Gracias a Dios, fue todo bien. Dar a luz siempre es una experiencia muy fuerte. Es impresionante como el cuerpo humano puede hacer este tipo de cosas”, explica Victoria Romanovna, esposa del gran duque de Rusia, Jorge Romanov, en conversación con Vanitatis, unos días después del parto. La escritora italiana dio la bienvenida al mundo a su segunda hija el pasado lunes a las 08:29 horas y está teniendo una “recuperación rápida”. Incluso sigue trabajando en algunos de sus proyectos desde casa.

Para ellos, pese a que ya se convirtieron en padres hace poco menos de tres años, estos primeros días “están siendo todo un descubrimiento”, pues ambos son hijos únicos y es la primera vez que ven cómo reacciona un hermano mayor con la llegada de un nuevo miembro en la familia. En el caso de Alexander, el primogénito del matrimonio, “se quedó muy mal”. Señalar que por su corta edad pensaba que lo que tenía su madre en la barriga era un coche. “La metimos en un coche y se la presentamos. El coche le gustó, pero el resto lo tiene dudoso. Todavía no sabe muy bien que es todo esto, tiene que pasar un tiempo”.

Agradecida, Romanovna desliza que está feliz de estar rodeada de los suyos en este momento tan especial: “Estamos todos juntos. Ahora, están nuestros padres y es más fácil”. En esto tiene que ver el hecho de que hayan elegido Roma para dar la bienvenida a la pequeña Kira Leónida. “Elegimos hacerlo aquí porque no todo el mundo puede viajar. Nuestros padres, desafortunadamente, están mayores y algunos no pueden andar bien ni hacer largos viajes”. Por ello, no descarta que el bautizo de la recién nacida, que tendrá lugar en julio, sea en la ciudad italiana.

Otras de las ciudades en la que la pequeña podría recibir el bautismo es Moscú: “Estamos viendo cómo podemos arreglar la cosa. Siendo ortodoxa, si pudiera ser en Rusia, mucho mejor”. Apuntar que ella se convirtió a la fe ortodoxa antes de su boda, que tuvo lugar en octubre de 2021 en la catedral de San Isaac en San Petersburgo y a la que fueron más de 500 invitados, gran parte de ellos pertenecientes a la realeza y aristocracia europea. “Es Jorge el que se está encargando de todo, desde la organización del bautizo hasta los documentos de la niña”, añade la escritora.

Aunque son los primeros días y los bebés suelen cambiar mucho, por el momento, “es igual que su padre”. También es “una niña muy buena comparándola con el hermano que, a los dos días, estaba agitado”. En lo que respecta al nombre, como ya avanzaron el pasado marzo en conversación con Vanitatis, ha sido un homenaje a las dos familias a las que pertenece Jorge Romanov, tanto la de Prusia como la de Rusia: "Al final, mi marido tiene los dos títulos". Sobre el de Leónida, se siente especialmente orgullosa: "Todos la recuerdan -era abuela del gran duque- como una mujer fuerte, simpatica, con valor y especial".

Pese a que aún no se ha cumplido una semana desde que dio a luz a la pequeña, sigue inmersa en sus proyectos profesionales. Todo esto gracias a que “tengo la suerte de trabajar por el ordenador”. También sigue con sus fundaciones. “El año que viene tenemos un proyecto para un centro que vamos a abrir en Italia sobre curas paliativas para los niños. Estamos trabajando con otras familias reales. Es un tema duro, pero hay que enfrentar estas cosas y ayudar en medida de lo posible.