Un minuto de silencio, el homenaje de Charlotte a Isabel II y las muecas de Louis: los detalles del Trooping de Colour
La familia real británica vuelve a parar Londres con motivo de la celebración del cumpleaños del rey, pero ha sido la espontaneidad de sus nietos la que le ha robado el protagonismo
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El cielo de junio en Londres no siempre promete sol, pero esta vez ha acompañado. Entre banderas ondeando, caballos al trote y redobles de tambor, la Familia Real británica ha protagonizado un nuevo capítulo del Trooping the Colour. Esta edición tiene un sabor particularmente solemne: es la tercera bajo el reinado de Carlos III, pero también la más marcada por la emoción contenida tras un año marcado por el cáncer. La seriedad del acto se ha entrelazado con momentos familiares y tributos personales, como el minuto de silencio por las víctimas del accidente aéreo en India o el delicado guiño de Charlotte a su bisabuela, Isabel II.
La primera parte del acto consiste en el traslado de los miembros de la Casa Real desde el Palacio de Buckingham hasta el Horse Guards Parade. Durante este trayecto, Kate Middleton se ha mostrado muy cercana con sus hijos, algo a lo que ya nos tiene acostumbrados. Junto a ella iban George, Charlotte y Louis. En un momento se ha dirigido a la pequeña, a la que ha mirado con ternura, ha sonreído y ha dado la mano.
All ready for Trooping the Colour! 🇬🇧 pic.twitter.com/S2HP8w8dLd
— The Prince and Princess of Wales (@KensingtonRoyal) June 14, 2025
El rey, que continúa recibiendo tratamiento contra el cáncer, ha presidido el desfile desde un carruaje y no a caballo, como el año anterior. A su paso por The Mall, miles de personas ondean banderas, ajenas —o no tanto— a los abucheos de un grupo de manifestantes que aclamaba “Not my King” con pancartas amarillas. El monarca, lejos de resultarle molesto, ha saludado al grupo.
Uno de los momentos más simbólicos del acto ha sido cuando el monarca ha ordenado guardar un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del reciente accidente aéreo de Air India. Un gesto solemne en homenaje a los más de 270 fallecidos —53 de ellos británicos— en la tragedia. El silencio ha sido precedido por el sonido de un toque de diana y compartido por todos los miembros de la Familia Real, que han llevado brazaletes negros sobre sus uniformes, incluido el príncipe Guillermo, ataviado con la espectacular indumentaria de la Guardia Galesa, sombrero de piel de oso incluido.
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En este contexto de luto y tradición, ha habido también espacio para los gestos tiernos y los momentos familiares. Esta vez ha sido la pequeña Charlotte quien ha acaparado buena parte de las miradas. Vestida de manera coordinada con su madre —ambas con conjuntos turquesa—, ha lucido el mismo broche conmemorativo que llevó durante el funeral de su bisabuela, Isabel II. Un gesto discreto y elocuente que muchos han interpretado como un guiño directo a la fallecida, ya que le pertenecía.
Detrás de ella, sus hermanos, que parecían cómodos en su rol institucional, aunque ha sido el menor de los tres quien, como ya es costumbre, ha robado el protagonismo. Louis, con siete años, no ha podido contener su espontaneidad. Desde las muecas en el coche antes del desfile hasta los bailes discretos al ritmo de los tambores militares, ha vuelto a desatar la simpatía de las redes. Su expresividad —tan ajena al protocolo— se convierte año tras año en uno de los elementos más entrañables del Trooping.
Desde 1748, esta ceremonia militar ha evolucionado hasta convertirse en uno de los hitos anuales más esperados del calendario británico. Aunque nació ligada al cumpleaños real, la fecha se escoge por razones climáticas, buscando siempre un sábado soleado de junio. Hoy, el desfile ha contado con más de 1.400 soldados, 200 caballos y 400 músicos, todos desfilando desde Horse Guards Parade hasta Buckingham Palace, transformando el corazón de Londres en un escenario vibrante.
El cielo de junio en Londres no siempre promete sol, pero esta vez ha acompañado. Entre banderas ondeando, caballos al trote y redobles de tambor, la Familia Real británica ha protagonizado un nuevo capítulo del Trooping the Colour. Esta edición tiene un sabor particularmente solemne: es la tercera bajo el reinado de Carlos III, pero también la más marcada por la emoción contenida tras un año marcado por el cáncer. La seriedad del acto se ha entrelazado con momentos familiares y tributos personales, como el minuto de silencio por las víctimas del accidente aéreo en India o el delicado guiño de Charlotte a su bisabuela, Isabel II.