Sarah Ferguson no se saltó el 'dress code' de Ascot: te explicamos por qué
La exmujer del príncipe Andrés escogió un vestido con largo por encima de las rodillas, algo que ha generado muchas críticas a pesar de estar dentro del estricto protocolo del evento
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El martes 17 de junio arrancaba una nueva edición del Royal Ascot. Lo hacía, como no podía ser de otra forma, con el tradicional desfile de carruajes en el que los protagonistas no son otros que los miembros de la Familia Real británica. Capitaneados por los reyes Carlos y Camilla, junto a ellos desfilaron también Sophie de Edimburgo, Beatriz de York y su madre, Sarah Ferguson, la princesa Ana, Zara y Mike Tindall.
Y fue precisamente el estilismo de uno de ellos, el de Sarah Ferguson, exmujer del príncipe Andrés y madre de las princesas Beatriz y Eugenia de York, el que ha generado cierto revuelo en cuanto apareció en el Recinto real. La razón no fue otra que el largo de la falda del vestido que lució en este primer día de Ascot, considerado por muchos un incumplimiento de las normas por ser demasiado corto, pero lo cierto es que esto no es así.
Para este evento inaugural, Sarah Ferguson escogió un vestido azul marino con cuello redondo y de sisas, algo que permite ver la americana con manga de encaje que deja tímidamente al descubierto sus brazos. El vestido tenía un bajo irregular, lo que hacía que en determinados puntos tuviera un largo por encima de la rodilla. Tal y como explica la organización de Ascot en su 'dress code', los vestidos o faldas han de tener un largo justo por encima de la rodilla o más largo, por lo que el vestido de Sarah Ferguson sería aropiado para elevento.
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Siguendo con el look, la americana estructurada también es en color azul marino y está toda confeccionada en un encaje floral, a excepción de las solapas con muesca, en un raso en el mismo color. Lo complementó con el bolso de hombro ‘Mini Timeless’ de Chanel confeccionado en tweed con detalles de lentejuelas de diferentes colores, ribete metálico en color champán y cierre con el logo de maison. De calzado, unos salones en color negro.
En cuanto al tocado, también en azul marino, estipo ‘fascinator’, que se apoya en un lado de la cabeza. Está decorado con varias plumas colocadas hacia atrás y hacia arriba, también curvadas, lo que aporta mayor altura y dinamismo a la pieza. Está rematado con un velo de red que cubre el rostro.
¿Qué dice el ‘dress code’ de Ascot?
Aunque la presencia de cada uno de los miembros de la Familia Real en este evento es más que bienvenida, lo cierto es que las mujeres se someten a un particular escrutinio en cuanto aparecen para comprobar que cumplan con el estricto ‘dress code’ de Royal Ascot. Como la propia organización del evento explica en su web oficial, qué se ponen los invitados forma parte de “la esencia misma del evento”, invitando así a que todos ellos tengan muy presente las normas en cada uno de los recintos.
Así es, en función de a qué recinto se acuda a lo largo de los cinco días que se celebra Ascot, las normas de vestimenta serán unas u otras: las más laxas son son las del Recinto Windsor; seguido del Recinto del pueblo y el Recinto de la Reina Ana, cuyo ‘dress code’ es el mismo; y, por último, el Recinto Real, donde tiene lugar este desfile de carruajes y donde la vestimenta es más estricta y estudiada.
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Tal y como recoge el propio Ascot en su ‘dress code’, las mujeres han de llevar un vestido o un conjunto con falda cuyo largo sea justo por encima de la rodilla o más largo, nunca más corto. Es decir, nada de minifaldas. Las prendas pueden estar confeccionadas en telas de encaje o gasas, más livianas y que implican transparencias.
Quizá la norma más estricta después del largo de la falda sea el ancho de los tirantes de los vestidos: estos deben ser mínimo de 2,5 centímetros de ancho, nunca menos. Y da igual que sobre el vestido se use una chaqueta -como es el caso de Sarah Ferguson- o una pashmina que cubra los hombros, las prenda inferior ha de cumplir igualmente con cada una de las normas anteriormente mencionadas.
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En cuanto a los sombreros o tocados, son bienvenidos -casi obligatorios, a juzgar porque casi todas las invitadas lo llevan-, pero también cumpliendo con unos mínimos. Cualquier complemento ha de tener un diámetro base de mínimo 10 centímetros, motivo por el cual las mujeres en Ascot lucen siempre impresionantes, llamativas y poco discretas piezas en la cabeza.
Y aunque estas normas parecen también dejar claro que no está permitido a la hora de vestir, Ascot añade también una serie de puntos de ‘No permitido’ en las vestimentas de los adultos. En el caso de las mujeres, no están permitidos los escotes palabra de honor o asimétrico, dejando un hombro al descubierto; los cuellos halter; tampoco las transparencias más allá de los tejidos anteriormente mencionados; y mucho menos enseñar el abdomen.
El martes 17 de junio arrancaba una nueva edición del Royal Ascot. Lo hacía, como no podía ser de otra forma, con el tradicional desfile de carruajes en el que los protagonistas no son otros que los miembros de la Familia Real británica. Capitaneados por los reyes Carlos y Camilla, junto a ellos desfilaron también Sophie de Edimburgo, Beatriz de York y su madre, Sarah Ferguson, la princesa Ana, Zara y Mike Tindall.