Ascot y el algoritmo: como Instagram y TikTok están contaminando el evento más elitista de Reino Unido
Entre el galope de los caballos y los brindis con Moët, algo ha cambiado en 2025. Ahora, también suenan las notificaciones de TikTok y lo importante es conseguir la mejor foto y tener likes
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Royal Ascot siempre ha sido uno de esos lugares donde el tiempo parecía no pasar. También donde todos, alguna vez en su vida, querían acudir. Con sus grandes pamelas y sus chaqués bien planchados, era el escenario perfecto para la tradición británica más pulida. Sin embargo, algo ha cambiado en 2025. Y es que, entre el galope de los caballos y los brindis con Moët, ahora también suenan las notificaciones de TikTok. Incluso más que todo lo anterior.
La escena resulta cada vez más familiar y repetitiva: una joven buscando el fondo más bonito y vistoso del hipódromo para grabar el vestido que porta y publicarlo en Instagram. Mientras tanto, otra se encuentra grabando un vídeo en el que analiza los looks de todas las asistentes. Pero no solo eso. Incluso están los que buscan colarse en el plano con una copa en la mano. Porque sí, para muchos ahora lo importante no es ver la carrera ni cumplir con el protocolo, sino conseguir la foto que les dará likes.
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En definitiva, como la Feria de Abril de Sevilla o el Festival de Coachella en Califonia, Ascot se ha convertido en un evento con "valor feed". Lo importante estar estar, inmortalizar el momento y compartirlo. Eso sí, aún los hay que priorizan ver las carreras y entienden sobre los caballos. Aunque cada vez son menos. Ahora, para muchos, lo que realmente importa es saber moverse en hashtags y hallar el encuadre perfecto.
Este evento, de gran alcance mundial, nació en 1711 a raíz de una iniciativa de la reina Ana. Y durante siglos ha funcionado como una especie de cápsula del tiempo: lo que pasaba allí no necesitaba ni de cámaras ni de filtros. Pero la edición de este año ha demostrado que eso ya no es así. Debrett's, gran autoridad británica en etiqueta, ya deslizó que, en 'Vogue UK', que "la mejor recomendación es disfrutar del momento y de las personas que te rodean, en lugar de intentar conseguir el mejor selfie para publicar en las redes sociales".
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Una de las pruebas de que se está rompiendo el protocolo es lo que acaece con la Royal Enclosure, zona reservada para algunos invitados. Como es normal, para estar allí se tienen que cumplir una serie de normas. Una de las más destacadas es que no se permite grabar ni hacer selfies del interior del recinto. No obstante, las redes sociales, a los pocos minutos, se inundan de vídeos que contradicen esas directrices. Y sí, para ganar adeptos, engagement y likes.
También han cambiado los atuendos. Y no porque el dress code oficial sea diferente. Aunque este dice que los vestidos deben ir debajo de la rodilla, tirantes discretos, sombreros estructurados y chaqué completo, hay muchos que no lo cumplen. Al menos, en algunos de los vídeos e instantáneas que hay en las redes: colores neón, trasparencias, grandes volúmenes y estilismos pensados para destacar y llamar la atención, no para agradar a la realeza británica.
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La organización es consciente de lo que ocurre. Por ello, en los últimos años, se han habilitado zonas "social media friendly" que están lejos del corazón del evento. Se trata de un parche discreto en medio de una tensión real sobre cómo convivir con la atención viral sin traicionar la esencia. Laura Ann-Barr, consultora de moda británica, explicó en 'Vogue' que "hoy todo se piensa en vertical". Es decir, lo que funciona es el vídeo de 15 segundos con el que se consiguen likes y que te sigan.
Aunque no todos han caído en la fiebre del like. Figuras como Zara Tindall o Sophie de Edimburgo siguen apostando por la sobriedad y el clasicismo británico. Y esto muestra que Ascot no ha dejado de ser un escenario elegante. Aunque, eso sí, el relato ha cambiado y ya no importa que el caballo más rápido sea el que gane, sino el reel que supera las 100.000 reproducciones el primer día. Así, como la Feria o el Met, ha tenido que aprender a convivir con el algoritmo.
Royal Ascot siempre ha sido uno de esos lugares donde el tiempo parecía no pasar. También donde todos, alguna vez en su vida, querían acudir. Con sus grandes pamelas y sus chaqués bien planchados, era el escenario perfecto para la tradición británica más pulida. Sin embargo, algo ha cambiado en 2025. Y es que, entre el galope de los caballos y los brindis con Moët, ahora también suenan las notificaciones de TikTok. Incluso más que todo lo anterior.