El look veraniego de Mary de Dinamarca para la inauguración de una exposición: vestido midi rosa y con estampado floral

Mary de Dinamarca se ha convertido en una de las royals más influyentes en lo que a moda se refiere. En cada una de sus apariciones públicas, la esposa de Federico X acapara todas las miradas por sus atuendos. Y en su última cita ha vuelto a confirmar que es una referente de estilo. El matrimonio, junto a su hijo, el príncipe Christian, acudió este viernes a la inauguración de la exposición 'Niño Real', en Koldinghus, donde se mostraron de lo más cómplices con los seguidores de la familia real danesa que se encontraban en el lugar.

Esta exposición versa sobre la vida de los niños de la realeza danesa a lo largo de su historia. Para la ocasión, Mary de Dinamarca lució un vestido midi en tonos rosa empolvado con estampado floral. Un diseño con el que mezcló, a la perfección, romanticismo y estructura. Además, este, de manga larga, cintura marcada y falda con ligero vuelo, realzaba su figura y se adaptaba al contexto, ya que se trataba de una cita oficial en plena época estival.

El vestido aportaba riqueza visual sin necesidad de añadir adornos. Además, el color conectaba con el público, especialmente con los más pequeños. Prueba de ello es la instantánea que ha compartido la Casa Real, en la que una niña aparece dándole un ramo de flores a la esposa de Federico X. Señalar que ambas vestían en una gama cromática similar. Y es que Mary ha comprendido que el lenguaje de la moda es también un canal de comunicación. En esta ocasión, con su look, transmitía ternura y compromiso con su papel dentro de la institución.

El hijo de Margarita de Dinamarca apostó por un traje en tono verde oliva, confeccionado en un tejido ligero que aportaba frescura sin perder un ápice de elegancia. Lo acompañó con una camisa blanca y corbata marrón, con la que transmitió un aire de cercanía acorde al espíritu actual de la monarquía danesa: más moderna y más humana. Así, demostró que se puede ser jefe de Estado sin recurrir al habitual traje azul marino. Además, la textura del tejido evocaba una estética más natural y contemporánea, en sintonía con los valores sostenibles que la Casa Real danesa ha defendido públicamente.

Por su parte, el príncipe Christian optó por un estilo sobrio y clásico. El primero en la línea de sucesión al trono de Dinamarca llevó un traje azul marino entallado, con camisa blanca y corbata a tono. Así, con tan solo 19 años, el joven representa la continuidad institucional a través de un estilismo limpio, formal y sin caer en estridencias. La imagen en la que aparece junto a sus progenitores refuerza la visión de una Casa Real moderna y cohesionada, preparada para lo que depare el futuro.