Máxima y Amalia de Holanda, protagonistas en la cena de gala de la OTAN: de las joyas con diamantes a la lección de estilo de Brigitte Macron

La primera jornada de la cumbre de la OTAN concluyó con una cena de gala en el Salón Naranja del Palacio Huis ten Bosch, presidida por los reyes Guillermo Alejandro y Máxima. Asistieron 66 invitados, incluidos jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Atlántica. La cena, con un estricto protocolo, incluyó un discurso del monarca y un menú estacional de tres platos elaborado por veinte chefs. Una cita diplomática de alto nivel que también se convirtió en la excusa perfecta para desplegar los mejores looks y estilismos, siguiendo la estricta etiqueta que exigen este tipo de eventos.

Tal y como explicaba la periodista Josine Droogendijk, el código de vestimenta para esta noche es “tenue de ville”. Para los hombres, esto implica un traje elegante con corbata. Para las mujeres, se sugiere un conjunto de tela fina y elegante, como un traje de pantalón, un vestido o una chaqueta. En este caso, la reina Máxima estrenó un mono de seda suave verde lima con escote profundo y mangas murciélago de la colección Primavera/Verano de Natan.

Si bien, la reina Máxima es dada a reciclar prendas de su armario, en esta ocasión optó por reutilizar complementos. Ya que no era una noche en la que la viéramos utilizando alguna esplendorosa tiara de su joyero, rescató una pulsera de diamantes “indias” y la garceta de diamantes en su hombro izquierdo.

A su lado, también se encontraba la princesa Amalia de Holanda, cuya presencia no se había anunciado previamente. La joven reapareció sin su brazo escayolado, tras fracturárselo después de caerse de su caballo. Si bien, debido a la importancia del evento, suele utilizar grandes vestidos, optó por un traje azul oscuro con mangas cortas y lazos en los extremos de las mangas.

Asimismo, entre los estilismos, destacó el de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, quien renunció a su habitual traje para dar paso a un conjunto. Apostó por una blusa de encaje floral en azul grisáceo y combinado con una falda de a juego. No fue la única en escoger este tipo de diseño para la parte superior, ya que Giorgia Meloni, presidenta italiana, vistió una blusa con cuello de encaje que combinó con un sencillo traje negro.

Por otro lado, Brigitte Macron, primera dama francesa, volvía de Noruega tras su visita de Estado con un deslumbrante estilismo. Escogió un vestido azul marino cruzado de manga larga con cinturón marrón de Louis Vuitton, que conjuntó con un bolso cofre de la misma firma y tacones.