Leonor y Sofía, juntas en Gijón: las fotos del reencuentro más esperado de las hermanas en una escala del Juan Sebastián de Elcano

La llegada de la princesa Leonor a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano a Gijón marca una nueva etapa en su formación militar. Sin embargo, ha sido mucho más, exactamente un esperado reencuentro familiar entre la heredera y la infanta Sofía. La benjamina de los reyes ha viajado hasta la ciudad asturiana para visitar a su hermana mayor, en un gesto que ha sido recibido con entusiasmo por parte de los gijoneses.

Ambas participaron en la recepción oficial celebrada en el propio navío, según la información de 'El Comercio', un acto reservado a autoridades y personalidades locales. Allí saludaron con cercanía a la alcaldesa, Carmen Moriyón, con quien intercambiaron unas palabras, y se mostraron especialmente cómplices y sonrientes.

El protocolo no ocultó la alegría de este reencuentro familiar en mitad de la intensa agenda naval de la princesa de Asturias, que vive estos días la recta final de su formación en la Armada. Aunque Leonor y Sofía no asistieron al cóctel posterior, su breve aparición fue suficiente para captar todas las miradas.

Pero la jornada no acabó ahí. Uno de los momentos más especiales se produjo fuera del protocolo, en un enclave muy significativo de la ciudad: La Casona de Jovellanos, en pleno corazón del casco histórico. El restaurante asturiano ha compartido en redes sociales su emoción por haber recibido a Leonor y Sofía en un encuentro que definieron como “inolvidable”.

“Fue un privilegio recibirlas junto a sus compañeros de la Marina y compartir con ellas un pedacito de nuestra casa, nuestra historia… y por supuesto, de nuestra cocina”, escribían junto a una imagen donde la dueña del local posa orgullosa con las dos jóvenes royals. La visita tuvo lugar en un ambiente íntimo y distendido.

Este reencuentro llega después de que Leonor concluyera su exigente estancia de 19 días a bordo de la fragata Blas de Lezo, donde participó en maniobras con munición real. La heredera ha superado con éxito un periodo de gran exigencia física y académica, marcado por clases técnicas, simulacros de combate y una integración cada vez más natural con sus compañeros guardiamarinas. Su desembarco en Gijón, el pasado 3 de julio, supuso también su regreso al buque Elcano, donde se reencontró con los 76 alumnos de la Escuela Naval que continúan junto a ella este último tramo de formación, con destino final en Marín.

La ciudad de Gijón, mientras tanto, se ha volcado con la presencia de Leonor. Numerosos ciudadanos se han acercado al puerto para saludarla, y las imágenes de la princesa en uniforme blanco, posando sonriente en la cubierta del buque, han recorrido ya los principales medios del país. Un símbolo de continuidad, cercanía y madurez que, junto al respaldo silencioso, pero constante de su hermana Sofía, refuerza la imagen de una generación real comprometida y cohesionada.