Cónclave de la familia Grimaldi en el puerto de Mónaco: los looks de Carlota Casiraghi y la princesa Carolina, al detalle

Cada verano, el Jumping Internacional de Montecarlo convierte el puerto de Mónaco en el escenario donde confluyen gran parte de la élite ecuestre mundial y el núcleo más visible de la realeza monegasca. Para muchos, la importancia de este evento radica en que sirve de escaparate social para el Principado. Es más, la princesa Carolina acude desde hace más de una década. También Carlota Casiraghi, amazona de nivel internacional y que participó en el pasado. Además, como embajadora de firmas de lujo, aprovecha esta ocasión para lucir impecable.

Así, este sábado, la joven acaparó todas las miradas por el atuendo que portó. Para esta ocasión, Casiraghi abogó por un diseño, firmado por Chanel, con el que encarnó el chic monegasco. Lo hizo con un vestido azul celeste de punto fino, entallado, de manga corta y de cuello cerrado. Llamó especialmente la atención el pequeño logo de la firma, de la que es embajadora desde 2021, en la zona del cuello, una señal discreta de su rol con la empresa. Respecto al peinado, la joven optó por peinado liso con raya al lado. También llevaba maquillaje sobrio.

Por su parte, la princesa Carolina reafirmó, una vez más, su estatus de gran dama del estilo europeo. La hermana del príncipe Alberto apareció con un vestido camisero estampado en tonos negro, blanco y rojo, de corte fluido y cuello en V. Con este diseño, ligero pero estructurado, la royal proyectó sobriedad veraniega y sofisticación. Además, combinó su look con perlas discretas, maquillaje neutro y peinado suelto. Así, dio una clase magistral de cómo vestir en clave royal sin perder naturalidad.

También estuvo presente la benjamina de la familia, Alexandra de Hannover. La joven apostó por un vestido de inspiración romántica con bordado floral y volantes. Todo esto en una paleta cálida que recordaba al encanto bucólico de un jardín provenzal. El escote, cuadrado con tirantes anchos, enmarcaba el rostro con dulzura. Además, la silueta natural del vestido, que carecía de estridencias, reflejaba su estilo juvenil. Lo mismo con las joyas, que eran mínimas, y su cabello, que lo lució suelto.

En las distintas instantáneas que se han publicado de las royals en el evento deportivo se pudo ver la complicidad que había entre ellas. Durante la cita, no pararon de conversar y sonreír, lo que evidenció la buena sintonía que hay entre ellas. Un gesto que no solo humaniza su imagen pública, sino que también refuerza la unidad dentro de la familia real y que ha sido muy bien recibida por los seguidores de la realeza monegasca. Mientras tanto, el príncipe Alberto y Estefanía de Mónaco se encontraban presidiendo la Gala AIDS.