La reina Letizia, una madre orgullosa en Marín: nuevo vestido azul de Vogana, bolso italiano y sandalias blancas

Día muy especial para doña Letizia como madre. Y es que este miércoles, más que como Reina, ha asistido a un acto oficial como progenitora para vivir el gran día de la princesa Leonor en la Armada. Tras un curso lleno de retos, como la travesía a bordo del Elcano, la heredera al trono ha recibido la Gran Cruz del Mérito Naval de manos de su padre. Se trataba, por lo tanto, de una cita con mucho valor sentimental para el que doña Letizia ha estrenado un vestido azul de la firma Vogana que ha combinado con accesorios en blanco.

A las 12:00 horas, los Reyes, acompañados por la infanta Sofía, llegaban a la Escuela Naval de Marín para presidir el juramento o promesa ante la Bandera y el acto de entrega de Reales Despachos y nombramientos a los nuevos oficiales de la Armada. Tras el himno nacional y de que el Rey pasara revista a las tropas ha llegado el esperado momento en que el monarca le ha otorgado la insignia a su primogénita.

Como mencionábamos, para la ocasión doña Letizia ha decidido estrenar vestuario. Aunque en muchas ocasiones cuando sus hijas son las protagonistas decide repetir ropa para no llamar la atención y que sean ellas las que brillen, en esta ocasión y quizás por la ilusión que le genera ver todo lo que ha logrado la princesa Leonor, ha decidido vestirse de madre orgullosa con un favorecedor look.

La Reina ha confiado como en anteriores ocasiones en la firma andaluza Vogana, creadora de este ideal vestido midi de lino azul marino con escote en V y ribeteado con flecos blancos. El diseño presenta corte bajo el pecho, mangas en la sisa y falda también con flecos. Se trata de un modelo de la colección primavera-verano 2024, por lo que ya no se encuentra a la venta.

Doña Letizia ha combinado el vestido de Vogana con complementos en blanco que ya tenía en su armario. En sus manos llevaba un bolso de la firma italiana Furla, el modelo Metropolis. Y en sus pies unas sandalias de Hugo Boss, elaboradas en piel de napa con una fina tira en el tobillo. Presentan, además, una tira superior acolchada y un tacón de 5 centímetros.

No ha habido sorpresas en la elección de joyas, pues ha elegido unos pendientes de los que últimamente no se separa, esos de oro amarillo en forma de aro con una parte lisa y la otra trenzada. Por supuesto, estaba presente el anillo de Coreterno.

Con esta ceremonia, doña Letizia no solo ha celebrado los logros académicos y militares de su hija, sino también un paso más en su madurez como futura Reina. La emoción contenida, los gestos de orgullo y el cariño familiar reflejan que, más allá del protocolo, este ha sido un día profundamente significativo para todos los miembros de la Familia Real.