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Racismo, falta de apoyo y Netflix: lo que une a Meghan Markle y Marta Luisa de Noruega y pone en jaque sus respectivas monarquías
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LOS PARALELISMOS DE SUS HISTORIAS

Racismo, falta de apoyo y Netflix: lo que une a Meghan Markle y Marta Luisa de Noruega y pone en jaque sus respectivas monarquías

Dos historias, dos países y dos familias reales que comparten un mismo patrón: cuando la institución calla, ellas optan por ir a los grandes medios para hacer pública su versión

Foto: Marta Luisa de Noruega y Durek Verrett. (Instagram / @iam_marthalouise)
Marta Luisa de Noruega y Durek Verrett. (Instagram / @iam_marthalouise)

El estreno del documental ‘Rebel Royals: An Unlikely Love Story’ en Netflix ha vuelto a situar a Marta Luisa de Noruega en el ojo del huracán. La princesa y su marido, el chamán Durek Verrett, han hablado de críticas respecto al apoyo institucional que han recibido y episodios de racismo que recuerdan, inevitablemente, a los vividos por Meghan Markle en el seno de la realeza británica. Dos historias, dos países y dos familias reales que comparten un mismo patrón: cuando la institución calla, ellas optan por ir a los grandes medios para hacer pública su versión y cambiar la percepción pública sobre su persona.

En el documental, Durek Verrett relata que ha sufrido rechazo social por su origen y que ha tenido que enfrentarse a críticas mediáticas que, dice, no fueron razonadas. Una situación que hace recordar, respetando las diferencias que hay, con la confesión de Meghan Markle en Oprah en 2021, cuando explicó que dentro de la Casa Real británica hubo unas conversaciones sobre la piel de Archie. En ambos relatos, lo privado se convierte en público para exponer lo que consideran discriminación.

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Por otro lado, la queja sobre la falta de protección también es un denominador común. La duquesa de Sussex denunció que a Archie no se le iba a conceder un título real ni la seguridad asociada, algo que rompía la tradición. La hermana del príncipe Haakon, por su parte, tuvo que firmar en 2022 un acuerdo para no usar su título en contextos comerciales. Sin embargo, la polémica ha regresado porque el documental muestra imágenes con el heredero al trono noruego y referencias a la familia que la Casa Real de Noruega considera una ruptura del pacto. Tanto en Londres como en Oslo, ellas sienten que el sistema no las respaldó en los momentos más críticos.

El altavoz mediático es otra coincidencia que las une, aunque no se conozcan. O al menos no hay evidencia gráfica de ello. Meghan Markle recurrió primero a la televisión global -con Oprah-, después a su docuserie en Netflix y, finalmente, aunque no fuera directamente, a ‘Spare’, el libro de memorias del príncipe Harry. Marta Luisa de Noruega ha optado también por la plataforma de streaming para contar su historia con Verrett, con la intención de “inspirar a otros a vivir auténticamente” pese a las críticas. En ambos casos, lo que antes eran susurros en los pasillos de palacio se han convertido en un relato global que busca condicionar la opinión pública.

placeholder La princesa Marta Luisa de Noruega y Durek Verrett en su boda. (Gtres)
La princesa Marta Luisa de Noruega y Durek Verrett en su boda. (Gtres)

Eso sí, existen diferencias clave entre las dos royals. Meghan era miembro activo de la Casa Real británica y renunció a sus funciones en 2020, tras meses de fricciones con Buckingham. En cambio, la hija de Harald de Noruega abandonó oficialmente sus deberes en 2022, mucho antes del documental, lo que explica la menor magnitud institucional de la crisis noruega. Además, mientras Meghan puso el foco en su salud mental, Marta Luisa se centra en el rechazo social y mediático que, según desliza, su esposo ha sufrido en Noruega por ser negro y chamán.

El gran dilema

Sin embargo, los paralelismos son innegables y reflejan un dilema que parte de las monarquías europeas están atravesando con el avance social: cómo integrar a quienes no encajan en los códigos tradicionales. Meghan Markle y la princesa Marta Luisa reclaman el derecho a contar sus historias sin filtros, incluso si eso supone incomodar a las instituciones. O, en su caso más extremo, llegando a renunciar a sus derechos reales. Apuntar que los duques de Sussex, con su decisión, también dejaron de tener ingresos por pertenecer a la realeza británica.

Sea como fuere, para ellas, la narrativa oficial ya no basta. Ahora es en los medios de masas donde buscan reconocimiento y reparación. Ambas dibujan, con sus testimonios, un nuevo mapa de las monarquías contemporáneas. También señalan la falta de apoyo, hablan de racismo y se valen de Netflix o grandes entrevistas para fijar su verdad. Y lo hacen en un momento en que la opinión pública ya no juzga solo a las coronas por su elegancia, sino también por su capacidad de escuchar y proteger a quienes forman parte de ellas.

El estreno del documental ‘Rebel Royals: An Unlikely Love Story’ en Netflix ha vuelto a situar a Marta Luisa de Noruega en el ojo del huracán. La princesa y su marido, el chamán Durek Verrett, han hablado de críticas respecto al apoyo institucional que han recibido y episodios de racismo que recuerdan, inevitablemente, a los vividos por Meghan Markle en el seno de la realeza británica. Dos historias, dos países y dos familias reales que comparten un mismo patrón: cuando la institución calla, ellas optan por ir a los grandes medios para hacer pública su versión y cambiar la percepción pública sobre su persona.

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