Nueva York, cónclave de la realeza europea: Máxima y Amalia de Holanda junto a Silvia de Suecia y la reina Matilde de Bélgica

El 80.º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas comenzó el martes 23 de septiembre. El primer día del debate general de alto nivel se celebró bajo el lema “Mejor juntos: 80 años y más por la paz, el desarrollo y los derechos humanos”, reuniendo a la mayoría de los mandatarios internacionales. Entre ellos destacaron Felipe VI, quien sostuvo una reunión privada con Carlos Gustavo, rey de Suecia, mientras que Máxima de Holanda actuó como anfitriona de Amalia en este tipo de encuentros.

Previo a la sesión inaugural, madre e hija mantuvieron un encuentro con su homóloga sueca. Máxima eligió un dos piezas color mostaza firmado por Natan, mientras que Amalia y la reina Silvia se decantaron por tonos rosas: la joven optó por un traje empolvado de Max Mara, y la esposa de Carlos Gustavo por un vestido fucsia acompañado de una chaqueta de tweed.

Desde 2022, Máxima y Silvia no se habían reunido, ya que Amalia representó a la familia holandesa en los Juegos Olímpicos de París 2024. Al reencontrarse, la futura reina de Holanda se inclinó ante la reina de Suecia, cumpliendo el protocolo que no correspondía a su madre. Una vez finalizado, se dirigieron al interior de la sala, donde se produjo otro encuentro ‘royal’.

Fue allí donde coincidieron con su homóloga belga durante la sesión inaugural. Máxima y Matilde se sentaron juntas para escuchar el discurso del presidente Trump, mientras que Amalia ocupó un asiento una fila más atrás. La esposa de Felipe de Belgica fue una de las royals se decantó por un vestido más arriesgado. Seleccionó un diseño en rojo cereza y largo midi con escote en V y top cruzado plisado.

Madre e hija ya habían aparecido un día anterior en Washington D. C. para una reunión en el Banco Interamericano de Desarrollo, al igual que Matilde de Bélgica o Silvia de Suecia, que sí que se dejaron ver por Nueva York. Por el momento, quien no ha participado con ellos ha sido Rania de Jordania, que tras dar un imponente discurso en una de las sesiones, ha mantenido una agenda paralela con reuniones para dar el protagonismo al rey Abdala II y a su hijo.