En plena campiña segoviana, la infanta Elena ha sido reconocida con el Garbanzo de Oro, un galardón que destaca su estrecha conexión con la tierra y la legumbre cultivada en Labajos, un pequeño pueblo de poco más de 100 habitantes. Este evento, que marca la VII edición de la Feria del Garbanzo, tiene un valor profundamente simbólico para la hermana de Felipe VI. Prueba de ello es que en todo momento ha mostrado su felicidad por el reconocimiento. Así, este premio es un símbolo de su vinculación con una tradición que forma parte de la identidad del municipio.
Aunque, eso sí, no es inusual que la infanta Elena aparezca por la zona de vez en cuando. Su estrecha amistad con la condesa de la Ventosa, Rita Allendesalazar y de la Cierva, ha motivado que la hija de Doña Sofía esté presente en las celebraciones que se llevan a cabo allí. Incluso se le puede ver tomando el aperitivo. Así, aunque su presencia en cualquier rincón suele llamar la atención de los conciudadanos, en Labajos no es el centro de todas las miradas, se le trata como una persona más que disfruta de los planes que ofrece el municipio. Prueba de ello es la cercanía que ha tenido con varios de los trabajadores que se encontraban en la plaza.
La infanta Elena saludando a la gente que se encontraba en el evento. (Gtres)
Una vez más, el estilo de la infanta Elena ha destacado por su elegancia relajada y sofisticada. La hermana de Felipe VI ha optado por un conjunto de traje de chaqueta en tono rosa empolvado, un color con el que la royal ha aportado frescura y sofisticación. Además, el conjunto, de corte clásico, lo ha combinado con una blusa de estampado rojizo que ha roto con la sobriedad del atuendo y le ha dado un toque personal. El look lo ha completado con un sombrero de ala ancha y unos mocasines de color marrón que han reforzado la imagen fresca y accesible sin perder la distinción que la caracteriza.
En lo que concierne al beauty, la infanta Elena ha apostado por un look natural y luminoso que ha enmarcado su rostro de manera delicada. El cabello, suelto y con ligeras ondas, ha transmitido una sensación de frescura y comodidad. Respecto al maquillaje, la hija de Doña Sofía ha optado por uno ligero, pero efectivo. Así, ha aparecido con un acabado radiante, con un toque de brillo en los ojos y un sutil rouge en los labios que refleja, a la perfección, la armonía con su outfit. En sí, el conjunto ha subrayado su elegancia discreta y le ha permitido disfrutar plenamente de la feria con una presencia impecable.
La infanta Elena durante el evento. (Gtres)
Esta cita ha tenido lugar un día antes de que la infanta Elena acuda, junto a su hermana, la infanta Cristina, a Torrejón de Ardoz con motivo del Homenaje a la Bandera que se celebra durante las fiestas patronales de la localidad madrileña. Es importante destacar que su presencia no es ni casual ni protocolaria. Según apuntan fuentes cercanas a la familia, se debe a un deseo expreso de mostrar su firme apoyo a las Fuerzas Armadas. Por ello, cuando recibieron la invitación, hace unas semanas, no dudaron en confirmar su asistencia.
En plena campiña segoviana, la infanta Elena ha sido reconocida con el Garbanzo de Oro, un galardón que destaca su estrecha conexión con la tierra y la legumbre cultivada en Labajos, un pequeño pueblo de poco más de 100 habitantes. Este evento, que marca la VII edición de la Feria del Garbanzo, tiene un valor profundamente simbólico para la hermana de Felipe VI. Prueba de ello es que en todo momento ha mostrado su felicidad por el reconocimiento. Así, este premio es un símbolo de su vinculación con una tradición que forma parte de la identidad del municipio.