Guillermo, Príncipe de Gales, ha sorprendido al acudir a una entrevista para el canal Apple TV+ montado encima de un patinete eléctrico. Un gesto del heredero al trono británico que ha dejado una imagen muy distinta a la que nos tiene acostumbrados. Es, justamente, esta imagen mucho más cercana y relajada, alejada de los habituales protocolos, la que nos ha recordado a su madre, la inolvidable princesa Diana.
El príncipe Guillermo eligió al actor canadiense Eugene Levy y a su programa 'The Reluctant Traveler', que se emite en Apple TV+, para hablar de diferentes cuestiones muy personales y también acerca de cómo será su reinado.
Durante el capítulo, grabado en el Castillo de Windsor, se puede ver al príncipe desplazándose con soltura en un patinete, provocando la carcajada del presentador. Tal y como recoge el 'Daily Mirror', el presentador no pudo evitar preguntarle si ese era su medio de transporte habitual dentro del recinto, a lo que Guillermo de Gales respondió con naturalidad: "Sí, cuando estoy por aquí, lo uso mucho. Se mueve muy bien, es muy divertido".
El propio actor confesó años después que fue una de las experiencias más surrealistas de su vida. Aunque el momento estaba "acordado", Diana se movía como una estrella de cine, alejándose por completo de la rigidez habitual del protocolo real, algo que sorprendió en aquella época.
Otro de los momentos que se recuerdan de la princesa Diana fue aquel en el que, en un evento benéfico en un colegio, Lady Di notó que su falda era demasiado larga para subir cómodamente al escenario, por lo que se quitó los tacones en pleno acto y subió descalza. El gesto fue tan inesperado como aplaudido por los presentes, que vieron en ella a una royal sin miedo al ridículo. Ahora, con la aparición de Guillermo montado en un patinete eléctrico parece ser que el hijo mayor de Lady Di sigue los pasos de su madre.
Guillermo, Príncipe de Gales, ha sorprendido al acudir a una entrevista para el canal Apple TV+ montado encima de un patinete eléctrico. Un gesto del heredero al trono británico que ha dejado una imagen muy distinta a la que nos tiene acostumbrados. Es, justamente, esta imagen mucho más cercana y relajada, alejada de los habituales protocolos, la que nos ha recordado a su madre, la inolvidable princesa Diana.