Alberto y Charlène de Mónaco reciben a Eduardo y Sophie de Edimburgo: los looks contrapuestos de la princesa y la duquesa

Últimamente, estamos viviendo numerosos encuentros royals. La realeza de Benelux se reunió a principios de octubre en la abdicación de Enrique de Luxemburgo y la posterior proclamación de Guillermo como gran duque; la pasada semana, los reyes de los belgas recibían a don Felipe y doña Letizia en Bruselas; y ahora han sido Alberto de Mónaco y Charlène los encargados de darles la bienvenida a los duques de Edimburgo.

En una imagen compartida en sus redes sociales, el Palacio de Mónaco ha informado de la visita que el príncipe Eduardo y su esposa, Sophie, han realizado al pequeño principado. "Sus Altezas Serenísimas, el príncipe Alberto II y la princesa Charlène, tuvieron el placer de recibir a Sus Altezas Reales, el duque y la duquesa de Edimburgo, durante su visita al Principado de Mónaco. Un cálido intercambio que refleja los lazos de respeto y amistad entre Mónaco y el Reino Unido", reza el texto.

Una información, la de que el hermano y la cuñada de Carlos III habían visitado Mónaco, de la que no teníamos información hasta el momento. Y es que en numerosas ocasiones la familia real británica prefiere trabajar con los actos embargados; es decir, solo los conocen los periodistas y aquellos que van a asistir, y se hacen públicos una vez han finalizado.

En la fotografía publicada en Instagram, podemos ver a las dos parejas reales posando ante la escalinata del palacio real. Mientras Alberto viste de traje con corbata azul, Eduardo va un poco más informal, con blazer y pantalón azul.

Por su parte, las consortes han optado también por looks muy diferenciados. Charlène ha apostado por un estilismo otoñal con un traje de Alexander McQueen confeccionado en Italia en lana color marrón con microestampado príncipe de Gales. Está formado por blazer entallada con hombreras, y cinturón en la espalda, y pantalón flared. Su precio es de 3.000 euros. La princesa ha completado su estilismo con unos salones negros.

Sophie, en cambio, ha optado por un look veraniego, con una camisa con estampado de flores en blanco y amarillo, pantalones blancos y unas alpargatas beige de Penélope Chilvers.

Los duques de Edimburgo siempre han mantenido una muy buena relación con la realeza internacional. De hecho, durante el reinado de Isabel II eran los encargados de representar a la familia real británica en los saraos. De ahí que en 2011 asistieran a la boda de Alberto y Charlène, con los que, además, han coincidido también en otros enlces y fiestas.

Sin duda, estos encuentros reales muestran no solo la cercanía entre las diferentes casas reales europeas, sino también la importancia de mantener lazos de respeto, amistad y colaboración en el ámbito internacional. Cada visita refuerza la tradición y la elegancia que caracteriza a la realeza, dejando constancia de que, más allá de los protocolos, los vínculos personales siguen siendo un pilar fundamental en estas relaciones.