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La princesa Leonor y la infanta Sofía consolidan su papel institucional en una Fiesta Nacional marcada por un "plantón"
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FAMILIA REAL ESPAÑOLA

La princesa Leonor y la infanta Sofía consolidan su papel institucional en una Fiesta Nacional marcada por un "plantón"

La princesa Leonor y la infanta Sofía fueron las protagonistas, junto a sus padres, los Reyes, de la celebración de este Día de la Hispanidad. Las dos estuvieron en los llamados corrillos, solas y muy seguras

Foto: Los Reyes, la princesa Leonor y la infanta Sofía. (Limited Pictures)
Los Reyes, la princesa Leonor y la infanta Sofía. (Limited Pictures)

Hubo un tiempo en el que, durante los encuentros a puerta cerrada, la princesa Leonor y la infanta Sofía eran inseparables. Grandes cómplices, se apoyaban mutuamente entre cientos de invitados, dominando con naturalidad el arte de dar conversación y responder con acierto a quienes se acercaban a saludar. Diplomacia, al fin y al cabo. Pero poco a poco, a medida que pasan los años, ambas han ido ganando seguridad, lo que también se refleja en que ya no permanecen juntas en todo momento.

Así volvió a verse este 12 de octubre, durante la recepción celebrada en el Palacio Real de Madrid con motivo de la Fiesta Nacional. La jornada comenzó a las 11:00 horas en el paseo de la Castellana con el tradicional desfile. Muchos miraban al cielo con temor: el chaparrón del año pasado seguía muy presente en la memoria de los asistentes, y las previsiones meteorológicas no eran precisamente alentadoras.

placeholder La princesa Leonor y la infanta Sofía. (Limited Pictures)
La princesa Leonor y la infanta Sofía. (Limited Pictures)

Sin embargo, el tiempo dio tregua en un día tan especial. La reina Letizia eligió un vestido verde bosque, mientras que la infanta Sofía lució un diseño de lunares en blanco y negro de Carolina Herrera. Por su parte, el rey y la princesa de Asturias vestían de uniforme: él, el de gala de la Armada; ella, el del Ejército del Aire. Los cuatro siguieron el acto con atención, ajenos a los abucheos que en varias ocasiones se escucharon contra Sánchez.

Ya en el Palacio, don Felipe cambió su uniforme por un traje del que colgaba la insignia del Toisón de Oro, condecoración que también llevaba Leonor al cuello. Muy sonrientes, los cuatro aparecieron hacia las 13:00 horas en el Salón del Trono, dispuestos a saludar a más de un millar de personas: autoridades, alcaldes de municipios afectados por la DANA, poetas, deportistas, embajadores, representantes religiosos e investigadores, entre otros.

placeholder La familia real en el desfile de la Fiesta Nacional. (Efe)
La familia real en el desfile de la Fiesta Nacional. (Efe)

La infanta Sofía se estrenó en esta recepción oficial colocándose a la derecha de su hermana, con quien compartió algunos gestos de complicidad. No era la primera vez que la benjamina de los Reyes participaba en un besamanos en el Palacio Real—ya lo hizo en el del 18 cumpleaños de la princesa Leonor-, pero sí se trataba del más multitudinario hasta la fecha.

Lejos de parecer nerviosa, Sofía se mostró segura y desenvuelta, tanto ante las cámaras como fuera de ellas. Mientras Leonor conversaba con miembros del Ejército y sus padres saludaban a otros invitados, la infanta también se animó a charlar con varios asistentes.

Quien no mostró tanto entusiasmo por conversar fue Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno abandonó el Palacio Real sin participar en los tradicionales corrillos con periodistas en los que cada año suele hacer alguna declaración. Fue el primero en saludar a los Reyes y sus hijas, y también el primero en irse. "Bueno, no es fácil que el presidente hable de lo que está pasando", aseguró el líder de la oposición, quien sí se quedó un largo rato en la recepción y conversó con todos los que se acercaron.

placeholder La princesa Leonor y la infanta Sofía, durante un descanso del besamanos. (Gtres)
La princesa Leonor y la infanta Sofía, durante un descanso del besamanos. (Gtres)

Una jornada, en definitiva, marcada por la serenidad y la complicidad de la familia real, que volvió a mostrar su cohesión y sentido institucional en una de las citas más relevantes del calendario. Mientras Leonor y Sofía continúan madurando y asumiendo, poco a poco, un papel cada vez más protagonista, la imagen de ambas refleja la nueva generación de la Corona: segura, natural y preparada para representar el futuro de la monarquía española.

Hubo un tiempo en el que, durante los encuentros a puerta cerrada, la princesa Leonor y la infanta Sofía eran inseparables. Grandes cómplices, se apoyaban mutuamente entre cientos de invitados, dominando con naturalidad el arte de dar conversación y responder con acierto a quienes se acercaban a saludar. Diplomacia, al fin y al cabo. Pero poco a poco, a medida que pasan los años, ambas han ido ganando seguridad, lo que también se refleja en que ya no permanecen juntas en todo momento.

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