El rey Juan Carlos admite el "desacuerdo personal" existente con la reina Letizia en su nuevo libro de memorias

Don Juan Carlos es breve pero tajante sobre su relación con doña Letizia en sus memorias. En el nuevo libro, 'Reconciliación', que se publicará el 5 de noviembre en Francia, el Rey emérito dedica unas palabras a su nuera, una figura con la que, según reconoce, mantiene desde hace años una relación distante. “No ayudó a la cohesión de nuestras relaciones familiares”, lamenta el padre de Felipe VI en uno de los pasajes más personales del libro, en el que admite que entre ambos existe un “desacuerdo personal”.

Aunque la frase es breve, su alcance es considerable. Por primera vez, el antiguo jefe del Estado reconoce de forma explícita las tensiones internas que han marcado la convivencia dentro de la Familia Real desde la llegada de Letizia Ortiz al Palacio de la Zarzuela en 2003, cuando se anunció su compromiso matrimonial. La confesión, discreta pero significativa, arroja luz sobre un distanciamiento que se intuía desde hace años, especialmente desde su abdicación en 2014 y su posterior salida de España en 2020.

El comentario se enmarca en este libro que pretende “dar su versión” de los años de reinado, la transición democrática y las complejas dinámicas familiares que han acompañado al cambio generacional en la Corona. Lejos del tono institucional, el Rey emérito adopta una voz directa, con la que busca reafirmar su papel histórico.

La mención a doña Letizia llega, además, en un momento de máxima exposición para la Reina, convertida en una figura clave en la modernización de la institución y en la proyección pública de Felipe VI. En contraposición, don Juan Carlos aparece en el libro como un hombre exiliado y aislado, cuyas palabras dejan entrever la nostalgia de un pasado en el que su autoridad y su familia permanecían bajo un mismo techo.

El reconocimiento del “desacuerdo personal” con doña Letizia no sorprenderá a quienes han seguido la evolución de la monarquía española en las dos últimas décadas, pero sí supone un hito: es la primera vez que el propio emérito lo admite abiertamente, sin intermediarios ni portavoces.

Con esta frase, tan simple como cargada de intención, Juan Carlos I vuelve a colocar el foco en las tensiones internas de la Casa Real, justo cuando su hijo, Felipe VI, intenta consolidar una monarquía sobria, transparente y centrada en el futuro. Su testimonio, escrito sin filtros, reabre así uno de los capítulos más delicados de la historia reciente de la familia real: el de las lealtades y las heridas que nunca terminan de cerrarse.

Nula relación con Leonor y Sofía

A este retrato íntimo se suma el testimonio del semanario francés 'Paris Match', que ha tenido acceso al libro y no ahorra dramatismo en su descripción: “El rey emérito de España es un paria, un desterrado tratado como un leproso. El rey Felipe parece haber olvidado a quién debe su trono y a veces le envía mensajes mordaces, instándole a mantenerse alejado, alentado en esto por su esposa, la reina Letizia, quien ha roto todo vínculo y se niega a que sus hijas se comuniquen con su abuelo”, asegura la revista.

Estas afirmaciones, aunque no provienen directamente del texto de las memorias, reflejan el clima emocional que rodea al libro y al propio Juan Carlos: un hombre que se siente apartado de su país y de su familia, y que intenta recuperar la palabra pública.

Para encontrar una imagen pública de la princesa Leonor junto a su abuelo hay que remontarse a noviembre de 2018, en un acto con motivo del 40 aniversario de la Constitución. Desde entonces, no ha habido ningún encuentro público. Según relata el propio Rey emérito, la princesa nunca ha ido a visitarlo a Abu Dabi, aunque sí se produjo un encuentro privado en septiembre de 2024 , cuando Juan Carlos se encontraba en Galicia participando en regatas y Leonor estaba en Marín. La reunión incluyó también a Felipe VI y a la reina Letizia, marcando uno de los pocos contactos familiares registrados en los últimos años.