Cónclave royal en el primer acto de María Teresa de Luxemburgo tras la abdicación de Enrique como gran duque
Los Embajadores de Buena Voluntad se dieron cita en la 43.ª sesión de la Conferencia General de a Unesco celebrada en París
París ha sido el escenario del último cónclave ‘royal’ con motivo de la 43.ª sesión de la Conferencia General de la UNESCO. Allí se dieron cita los Embajadores de Buena Voluntad, entre los que se encuentran miembros de varias realezas: María Teresa de Luxemburgo, la y su marido, Kitín Muñoz, y la princesa Firyal de Jordania.
Este supone el primer acto oficial de la antigua gran duquesa María Teresa desde la abdicación al trono de su marido en favor de su hijo a comienzos de este mes de octubre. La soberana ocupa el papel de embajadora de la UNESCO desde el año 1997 por su compromiso con la educación de las niñas y mujeres, así como su implicación en la igualdad de género y los derechos de las mujeres. Desempeña también un importante papel humanitario en proyectos por todo el mundo (Nepal, Bangladesh, etc) alineados con los objetivos de la propia UNESCO.
Junto a ella, como decíamos, se encontraban representantes de otras realezas, como era el caso de la princesa Kalina de Bulgaria y su marido, Kitín Muñoz. Ambos acuden en calidad de embajadores de para promover el papel de Bulgaria en los objetivos de la organización.
En el caso del español (el único en obtener este título), fue nombrado Embajador de Buena Voluntad hace más de 25 años por su importante papel en la recuperación del Moussem de Tan Tan, un festival anual en el Sahara que reúne a tribus nómadas en la ciudad de Tan Tan. Fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad en el año 2005, un año después de su recuperación.
Firyal de Jordania, todavía conocida como princesa a pesar de su divorcio en 1978 del , fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad en el año 1992 por su labor filantrópica al presidir y formar parte del consejo de administración de hasta una decena de fundaciones que centran su labor en el ámbito del arte, ayuda a refugiados o la educación.
El papel de los Embajadores de Buena Voluntad de la UNESCO es ayudar a difundir los valores y programas de la propia organización. Su papel es utilizar su notoriedad y altavoz mediático para atraer la atención de medios y público en causas sociales como la educación, la igualdad de género, los derechos humanos o la protección del medio ambiente.
Estos embajadores no ejercen funciones diplomáticas ni reciben una remuneración económica por ello. Su labor se basa en el prestigio e influencia que poseen, lo que les permite también a ellos ampliar el mensaje de las instituciones a través de sus viajes humanitarios o actos públicos.
Este 2025, Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, ha nombrado a cuatro nuevos Embajadores de Buena Voluntad: la presidenta de universidad y editora Su Alteza la Jequesa Bodor bint Sultan Al Qasimi (Emiratos Árabes Unidos), el actor, director y productor Gael García Bernal (México), el empresario y filántropo Ibrahim Magassa (Costa de Marfil) y la arquitecta Costantza Sbokou-Constantakopoulou (Grecia).
París ha sido el escenario del último cónclave ‘royal’ con motivo de la 43.ª sesión de la Conferencia General de la UNESCO. Allí se dieron cita los Embajadores de Buena Voluntad, entre los que se encuentran miembros de varias realezas: María Teresa de Luxemburgo, la y su marido, Kitín Muñoz, y la princesa Firyal de Jordania.