Adiós al lujo de Windsor: Carlos III reubica a su hermano Andrés tras despojarle de sus títulos y poner fin a su vida de privilegios
El traslado marca el final de una era para uno de los miembros más controvertidos de la familia real y confirma el giro disciplinario de la nueva monarquía
El príncipe Andrés vuelve a hacer las maletas. Y esta vez no es por gusto. El inquilino más polémico de la realeza británica ha recibido la orden de abandonarRoyal Lodge, el que ha sido su refugio desde que comenzó su descrédito público. Según han confirmado los medios británicos, Carlos III ha pedido a su hermano que entregue el contrato de arrendamiento a largo plazo y que se prepare para trasladarse a una nueva vivienda. Cabe apuntar que la decisión forma parte de la estrategia del monarca por reorganizar las propiedades reales y ajustar los privilegios de los miembros no activos.
El momento ha llegado con motivo del ultimo mazazo que ha recibido el príncipe Andrés. Y es que, como decíamos, a parte de instarla a abandonar Royal Lodge, también ha iniciado el proceso para retirarle todos sus títulos y honor reales, lo que incluye el tratamiento de "príncipe" y el título de "duque de York". Ahora, según se ha confirmado en los tabloides británicos, será reconocido oficialmente como Andrew Mountbatten-Windsor. La medida, sin precedentes recientes en la familia real, refuerza la voluntad del soberano por marcar distancia con su hermano mayor y, de algún modo, proyectar una monarquía más limpia y controlada.
Sarah Ferguson y el príncipe Andrés en el funeral de la duquesa de Kent. (Gtres)
Desde que se ha hizo pública la decisión, se ha especulado mucho sobre cuál será su nuevo destino. El hijo de la difunta Isabel II comenzará una nueva etapa en su vida en Sandringham Estate, la finca privada que el monarca tiene en propiedad. Señalar que se trata de un traslado simbólico y práctica al mismo tiempo: una forma de mantenerlo dentro del círculo familiar, pero fuera del foco de Windsor y de la visibilidad asociada a una residencia social. Además, según publica 'People', el nuevo alojamiento del príncipe Andrés se financiará con fondos privados de Carlos III, sin coste erario.
Por el momento, no existe una fecha exacta para la mudanza. Aunque algunos apuntan que no será inmediata y se prolongará hasta principios de 2026 puesto que aún están ultimando los detalles logísticos y acondicionando la nueva propiedad. Hasta entonces, el hermano del monarca británico seguirá residiendo en Royal Lodge. También se ha hecho público que todo el proceso se está intentando llevar con la mayor discreción posible y sin tensiones internas. Aunque, eso sí, este cambio de domicilio confirma lo que ya era un secreto a voces: Andrés queda fuera de la estructura central de la familia y pasa a ocupar un papel privado.
El príncipe Andrés, en una imagen de archivo. (Getty Images)
Para los seguidores de la realeza británica, este movimiento de Carlos III consolida la visión de una monarquía reducida, controlada y que se centra en los miembros que representan activamente la institución. Más aún después de todas las polémicas que han protagonizado parte de los no activos. También, para Andrés, la mudanza supone el final de su vida en Windsor y el comienzo de un retiro bajo supervisión familiar. Así, este gran cambio en su vida redefine su posición dentro de la familia real: aunque seguirá siendo un Windsor, no tendrá el peso, la visibilidad, ni el poder de antaño.
El príncipe Andrés vuelve a hacer las maletas. Y esta vez no es por gusto. El inquilino más polémico de la realeza británica ha recibido la orden de abandonarRoyal Lodge, el que ha sido su refugio desde que comenzó su descrédito público. Según han confirmado los medios británicos, Carlos III ha pedido a su hermano que entregue el contrato de arrendamiento a largo plazo y que se prepare para trasladarse a una nueva vivienda. Cabe apuntar que la decisión forma parte de la estrategia del monarca por reorganizar las propiedades reales y ajustar los privilegios de los miembros no activos.