La reina Letizia pone fin a la sequía de tiaras en el Palacio Real dos años y medio después

Más de dos años y medio han pasado desde que vimos a doña Letizia en el Palacio Real con tiara por última vez. Fue en mayo de 2023, cuando, junto al rey Felipe, ejerció de anfitriona para Gustavo Petro, presidente de Colombia, y su entonces esposa, de la que acaba de confirmar su separación. Y esta semana, la Reina hará lo propio para el sultán de Omán, con cena de gala incluida, poniendo fin así a la sequía de tiaras en nuestro país.

Esta visita tenía que haberse celebrado el pasado mayo y hubiera supuesto la primera en dos años. Pero justo dos días antes de la llegada a nuestro país de Haitham bin Tariq al-Busaid, sultán de Omán, tuvo lugar la muerte de su suegra, por lo que el lógico periodo de luto y los actos de despedida obligaron a cancelarla. Y será esta semana cuando por fin tenga lugar este viaje oficial y el Palacio Real abra de nuevo sus puertas para una cena de gala.

Será uno de los momentos que más expectación generen durante la visita del sultán, ya que habrá desfile de invitados e invitadas con sus correspondientes looks, con la reina Letizia acaparando todos los focos. Así sucede siempre que tiene lugar una visita de Estado, ya que la etiqueta pide vestidos de gala y, en su caso, tiara, lo que siempre es un punto importante de atención del estilismo elegido.

Y lo es, principalmente, porque la reina Letizia tiene a su disposición algunas diademas históricas y muy valiosas. Así que siempre es una incógnita por cuál se decantará. Aunque sería raro que luciera la misma dos veces seguidas, por lo que, aunque hayan pasado dos años y medios desde la última vez, es muy probable que no saque del joyero familiar la tiara floral.

Porque esa fue la última vez que vimos una tiara en el Palacio Real. Lo hizo, además, de una forma diferente a las anteriores, luciendo el pelo suelto. Es mucho más habitual que la pieza corone un elaborado recogido, pero para cenar con el presidente colombiano y su esposa, prefirió dejar suelta su melena y llevar la tiara floral a modo de diadema, algo más atrás que en la posición más frecuente.

Realizada por diamantes que forman flores, fue la que lució con más asiduidad durante su época como princesa de Asturias. No pertenece a las llamadas 'joyas de pasar', aquellas que Victoria Eugenia, en su testamento, destinó solo a las reinas de la casa Borbón, pero también tiene gran valor histórico. Su origen se remonta a finales del siglo XIX, pero llegó a manos de la reina Sofía antes de su boda con don Juan Carlos, como regalo de Franco en nombre del pueblo español.

También fue la misma tiara que lució la infanta Cristina en su boda con Iñaki Urdangarin, ya que su uso no estaba limitado a las reinas, pero dejó de tener acceso a ella al salir de la Casa Real, con la subida al trono de su hermano, don Felipe. Y al igual que muchas otras de las piezas, la tiara floral lleva en el joyero real varios años, concretamente dos y medio, sin ver la luz, solo en aquellos momentos que salen de su guarida para el mantenimiento correspondiente.

Porque es cierto que las visitas de Estado a nuestro país y las consiguientes cenas de gala en el Palacio Real han brillado por su ausencia desde mayo de 2023, mientras que han sido los Reyes los que las han llevado a cabo a distintas naciones, tanto repúblicas como monarquías, por lo que solo hemos podido ver las tiaras que están a disposición de doña Letizia en dos países extranjeros en este tiempo.

El primero de ellos, Dinamarca, en noviembre de 2023. Fueron los entonces príncipes herederos Federico y Mary los que ejercieron de anfitriones, dejando los actos en los diferentes castillos y palacios a la reina Margarita, por los problemas de movilidad que ya iban dando toques de atención. Más allá de coincidir aquel viaje con la portada del ahora rey Federico paseando por Madrid con Genoveva Casanova, uno de los hitos de la visita fue la cena de gala, para la que la reina Letizia eligió la tiara Flor de Lis, esta sí, perteneciente a las 'joyas de pasar'.

También de diamantes y perlas es la tiara que la Reina lució en la siguiente visita de Estado. Fue en abril de 2024 a Países Bajos, en un viaje que dejó clarísimas las estrechas relaciones entre las dos familias, afianzadas a lo largo del tiempo por diferentes circunstancias. Para la cena de gala en el Palacio Real de Ámsterdam, doña Letizia quiso sacar de su joyero la tiara Rusa, otra de las emblemáticas de esas que la reina Victoria Eugenia limitó solo a las reinas de la familia.

La incógnita es ahora cuál será la elección de doña Letizia para este martes, cuando el Palacio Real abra de nuevo sus puertas para una cena de Estado y se acabe, por fin, la sequía de tiaras.