La princesa Sirivannavari de Tailandia en la apertura del Gran Museo Egipcio: de riguroso luto por la muerte de la reina Sirikit y el papel de Rama X
La joven acudió en nombre del monarca tailandés, que se encuentra en el país asiático presidiendo los actos conmemorativos en recuerdo a su madre
Egipto ha sido el último lugar que ha reunido a gran parte de los representantes de la realeza mundial. También a algunos jefes de Estado. Y todo con motivo de la inauguración del Gran Museo Egipcio. Entre todas las personalidades, hubo una que destacó sobre el resto, la de la princesa Sirivannavari, quien, vistiendo de riguroso luto, asistió en representación de la corona de Tailandia. Su presencia no era una más entre los invitados, sino un recordatorio silencioso de que incluso en los días de duelo, la familia real tailandesa sigue ejerciendo su papel con compromiso y responsabilidad.
Su elección de vestir de negro absoluto no fue una concesión estética. En la tradición tailandesa, el luto es un lenguaje visual cargado de significado y una forma de expresar respeto. Prueba de ello es que las más de 100 mujeres que buscan convertirse en la nueva Miss Universo han aterrizando en Tailandia -donde está teniendo lugar la vigente edición- vistiendo de oscuro por el duro momento que atraviesa el país asiático. Por ello, la princesa aprovechó este viaje oficial para llevar ese símbolo a un escenario internacional, transformando, de este modo, el duelo en presencia.
El hecho de que fuera la princesa Sirivannavari la que pusiera rumbo a Egipto cobra especial importancia, ya que no es habitual que la hija menor del rey Maha Vajiralongkorn realice viajes oficiales al extranjero. Aunque sí ha hecho varios -sobre todo aquellos relacionados con el arte, la moda o el deporte-, es inusual. En esta ocasión, acudió en nombre del monarca tailandés. Cabe recordar que Tailandia atraviesa un periodo de luto nacional decretado por Rama X, que se prolongará durante un año para la familia real y 90 días para la población.
Mientras tanto, en Bangkok, Rama X mantiene una intensa agenda de actos conmemorativos en recuerdo de la reina Sirikit. Estos incluyen rituales budistas, procesiones florales y ceremonias en el Gran Palacio y distintos templos reales. Junto a él, siempre están la reina Suthida, la princesa Bajrakitiyabha y otros miembros de la familia real. Y no es para menos, puesto que la progenitora del monarca era considerada, por gran parte de los tailandeses -también era seguida por ciudadanos de otras partes del mundo-, como símbolo de amor y unión.
La unión entre España yTailandia
La Casa Real española también ha expresado sus condolencias por el deceso. Este jueves, doña Sofía se desplazó hasta la embajada de Tailandia en Madrid para firmar el libro de condolencias. Un gesto con el que quiso rendir homenaje a la que, durante décadas, se consagró como una de las royals más elegantes y con un gran compromiso con su pueblo. Como era de esperar, la madre de Felipe VI acudió en solitario y vistiendo de riguroso luto. Estuvo varios minutos dentro del recinto mostrando su respeto y la estrecha relación que hay entre la realeza de España y la de Tailandia.
Egipto ha sido el último lugar que ha reunido a gran parte de los representantes de la realeza mundial. También a algunos jefes de Estado. Y todo con motivo de la inauguración del Gran Museo Egipcio. Entre todas las personalidades, hubo una que destacó sobre el resto, la de la princesa Sirivannavari, quien, vistiendo de riguroso luto, asistió en representación de la corona de Tailandia. Su presencia no era una más entre los invitados, sino un recordatorio silencioso de que incluso en los días de duelo, la familia real tailandesa sigue ejerciendo su papel con compromiso y responsabilidad.