Máxima de Holanda convierte en pichi el vestido de piel de Massimo Dutti que ya lució Tamara Falcó

Máxima de Holanda ama España. No solo porque fue aquí, concretamente en la celebración de la Feria de Sevilla, donde conoció a su marido, Guillermo Alejandro. La reina de los Países Bajos viaja con asiduidad a nuestro país, desde Baqueira-Beret a Madrid o Andalucía. Y también es fan de la moda española, sobre todo de la firma Massimo Dutti, en la que volvió a confiar este lunes para un acto oficial, convirtiendo un vestido de piel, que ya le habíamos visto a Tamara Falcó, en un pichi.

A primera hora de la tarde, Máxima visitó en Haarlem un centro de Mind Us, la fundación sobre salud mental de la que es presidenta, luciendo un original top rojo con una sobretela de mohair, y ya al atardecer conoció la labor de The Offline Club, una empresa social dedicada a fomentar conexiones personales auténticas entre sus participantes. Un segundo acto para el que se cambió de vestuario.

La reina decidió estrenar un vestido de Massimo Dutti que, aunque es la primera vez que luce, pertenece a una colección de 2023. De hecho, fue en septiembre de ese año cuando Tamara Falcó lo eligió para una de sus apariciones en 'El Hormiguero'. Se trata de un vestido midi de napa, una tendencia que nunca falla a partir del otoño, sin mangas ,con cuello redondo y cintura ajustada con cinturón ancho.

La marquesa de Griñón lo lució tal cual lo presentaba Massimo Dutti en su web, con los brazos descubiertos; sin embargo, Máxima ha decidido convertir el vestido en pichi, añadiéndole debajo una camisa blanca. Una fórmula perfecta para aportar un aire más juvenil y relajado a una pieza que, en principio, podría parecer demasiado formal. El resultado es un look sofisticado, moderno y con ese toque atrevido que tanto la caracteriza.

Máxima combinó su estilismo con salones de ante de Gianvito Rossi en tono verde y un bolso de Bottega Veneta, el modelo Lauren, inspirado en la actriz Lauren Hutton. Está elaborado artesanalmente con tiras de piel flexible mediante la técnica intrecciato. En cuanto a las joyas, llevaba unos pendientes florales de Olympia Babylonia realizados con amatista y ónix verde y un anillo a juego.

Con este look, Máxima de Holanda demuestra una vez más su capacidad para adaptar las prendas más clásicas a su estilo vibrante y contemporáneo. Mientras que Tamara Falcó apostó por una versión más pulida y elegante del vestido, la reina neerlandesa lo transforma con naturalidad y frescura, confirmando que la moda, cuando se lleva con actitud, puede reinventarse una y otra vez.