El príncipe de Mónaco disfruta de los placeres de Marbella sin su esposa Charlene Wittstock

El príncipe Alberto de Mónaco ha disfrutado de unos días de asueto en nuestro país. El soberano del pequeño principado ha pasado este fin de semana en Marbella en compañía de unos amigos y sin la presencia de su esposa, Charlene Wittstock. Enamorado de la costa malagueña y de las islas baleares, donde el príncipe ha veraneado durante varios años, ha escogido de nuevo nuestro país para tomarse un respiro y disfrutar junto a sus amigos de los places que ofrecen la Costa del Sol.

Aprovechando el buen tiempo de este fin de semana, el príncipe monaguesco paseó por la orilla marbellí. Más tarde, disfrutó de los manjares que ofrece la dieta mediterránea en un restaurante en primera línea de playa con un grupo de amigos. Vestido con ropa deportiva e informal, con bermudas, gorra, polo y sandalias de playa pasaba totalmente desapercibido entre los turistas asiduos en esta elitista zona turística, quienes no repararon en su presencia.

Apenas se conocen datos de sus actividades durante este fin de semana, ya que se trata de una visita totalmente privada y el Principado de Mónaco no ofrece información extra. Pese a todo, el príncipe ha sido visto, además de disfrutando del buen tiempo reinante en tierras malagueñas, viviendo el buen ambiente que ofrece la noche marbellí.

Casados desde hace poco más de un año, los rumores han acosado desde el inicio la relación entre Alberto y Charlene. Desde diversas voces que aseguran una crisis matrimonial, incluso antes de celebrarse su sonado enlace, hasta otras habladurías que apuntan a un posible embarazo de la princesa. Este viaje de 'soltero' de Alberto no ayudará a acallar a los que auguran un mal final para este matrimonio.