Anna Chapman, de espía rusa a diseñadora de moda

La ex espía rusa Anna Chapman ha sacado su propia firma de ropa para mujer. El agente secreto más glamuroso de Moscú ha lanzado una línea de ropa “para usar a diario” que ha presentado en la localidad turca de Antalya. Para sacar adelante la primera colección de la firma, que lleva su nombre, Chapman contrató a varios diseñadores jóvenes con talento procedentes de escuelas de moda moscovitas.

Hija de un supuesto agente de la KGB, su rostro saltó a la fama en 2010 cuando fue arrestada por la policía de Nueva York y acusada de ser parte de una red de agentes durmientes. Fue deportada a Rusia en un intercambio de espías, como en la época de la Guerra Fría, junto con otras nueve personas. A su llegada, fue recibida por el presidente ruso, Vladimir Putin, prácticamente como una heroína. Incluso llegó a condecorarla por los servicios a la patria.

Con el regreso a su Rusia natal (Volgogrado, 23 de febrero de 1982), la espía pelirroja quiso aprovechar su momento mediático y, además de hacer alguna que otra incursión en política, sacó a relucir su versión de mujer fatal para posar en revistas masculinas y ahora presenta un programa de televisión sobre los misterios del mundo.

Según declaraciones a medios locales, su interés por la moda surgió a raíz de su detención en Estados Unidos. “Todo comenzó hace tres años, cuando Anna regresó a la patria después de estar en la cárcel con la ropa de prisión. Lo primero que hizo fue ir a buscar un vestido ruso que la favoreciera y como le costó encontrarlo decidió crear su propia línea”. Además de vestidos, su colección incluye bolsos, cuyo diseño se basa en los libros de los grandes pensadores rusos.