Valérie Trierweiler, ¿tres millones de euros para que guarde silencio?

Herida aún por la infidelidad pública de François Hollande, Valérie Trierweiler ha encontrado en su hermano William Massonneau el mejor apoyo. Ingeniero informático de 50 años, él ha sido el último en desvelar los secretos mejor guardados del último escándalo amoroso que ha salpicado Francia y que no ha afectado a la popularidad del presidente galo.

En su primera entrevista a un medio de comunicación, William asegura que Valérie “quiere hacer una vida normal”. Sin embargo, su objetivo, lejos de señalar a Hollande, no es más que el deseo de que sus palabras, recogidas en exclusiva por Vanity Fair, sean un espejo “que refleje fielmente la realidad. (…) Es mi hermana pequeña… la he visto crecer”, asegura.

“Es una persona con mucha empatía. Pero su poder de seducción es inmenso. Lo de Hollande va más allá de la traición”. Con estas demoledoras frases, William Massonneau describe al presidente francés, con quien comió el día de Navidad y a quien prefiere no referirse en el resto de la entrevista.

A pesar de que durante todo este tiempo se ha hablado mucho de qué ocurrió en el Elíseo cuando la revista Closer destapó el romance de Hollande con la actriz Julie Gayet, por primera vez el círculo más íntimo de la periodista rompe su silencio. “Valérie sufrió una crisis de ansiedad y tenía la tensión por los suelos”, asegura uno de sus amigos más cercanos. Al despertar, Valérie estaba incomunicada, “le habían quitado sus dos móviles y nadie podía contactar con ella”, ni tan siquiera uno de sus hijos, Leonard, de 16 años, que sufrió el aislamiento de su madre. “Me enteré de la noticia por una llamada de auxilio de su hijo menor. No sabía dónde estaba su madre. (…) Nos prohibieron visitarla en el hospital”.

Una vez fuera del hospital y tras ocho días ingresada, en los cuales recibió sólo una visita de Françoise Hollande, Trierweiler se desplazó a La Lanterne, la residencia oficial de veraneo asignada al presidente de la República francesa. Alejada del que todavía era su pareja, este se puso en contacto con ella a través de un SMS pidiéndole que enviaran un comunicado común. “Ni hablar, tú asumes la situación. En esto te has metido tú solo y eres tú quien debe solucionarlo. No voy a firmar ningún comunicado”, escribió ella mientras se rodeaba de sus íntimos y de su madre, Jeannie.

Aunque la relación con su familia es su bote salvavidas, Valérie tiene otro caballo de batalla, Thomas Hollande, el hijo mayor del presidente, con el que la periodista dejó de mantener relación cuando ella apoyó públicamente a través de Twitter al contrincante de su madre, Ségolène Royal. A pesar de que para él esta situación no ha sido fácil, lo cierto es fue él quien presentó a Julie Gayet a su padre, que ahora “está triste”, según un diputado socialista.

Tras la vorágine, parece que la calma ha llegado a la vida de Valérie gracias a un acuerdo que aún se está perfilando. En él, Hollande pagará los 3.000 euros mensuales de alquiler del apartamento de tres habitaciones en el que la periodista se ha ido a vivir con Leonard, así como una ayuda económica para la educación de sus hijos y una compensación por los años que han sido pareja. En total, unos tres millones de euros, cifra que la revista no ha podido confirmar. “A Valérie es muy difícil taparle la boca. No lo toleraría”, asegura un amigo de Valérie. Sobre todo tras la frase que lanzó la ex primera dama la noche en la que se enteró del idilio de su pareja. “¡Te destruiré como tú me has destruido!”.¿Serán esos millones la mordaza a la periodista? Tiempo al tiempo.