La preocupante delgadez de Paris Hilton en Ibiza

Sea como sea, Paris Hilton siempre es noticia. Una foto en bikini ha desatado los rumores más despiadados. La joven millonaria nunca ha sido del gusto de todo el mundo, pero ahora se ha convertido en diana fácil para sus muchos detractores, que aseguran que padecería anorexia nerviosa. El motivo: una fotografía subida a su cuenta personal de Instagram, realizada en Ibiza, en la que Hilton aparece excesivamente delgada con un bikini de color blanco. En efecto, la delgadez es tan excesiva que en los medios norteamericanos ya se habla de la posible anorexia que estaría padeciendo la siempre efervescente Paris.

A la hora de enfrentarse a los comentarios, la tónica parece haber sido la ignorancia, la misma de la que ha hecho uso desde que comenzó a ser famosa y se ha tenido que enfrentar a todo tipo de maledicencias sobre su fortuna, sus perros, o sus inenarrables modelitos. La heredera del imperio Hilton ha estado muy ocupada durante este estío en la isla pitiusa, dedicándose en cuerpo y alma a a su fiesta de Espuma y Diamantes, de la que ha llegado a organizar nada menos que cuatro ediciones. Además, ha vuelto a mostrar su lado más polifacético promocionando su nuevo single Come Alive, una curiosa mezcla del David Guetta más pop con el que la joven millonaria intenta demostrar su valía profesional más allá de sus documentadas extravagancias.

El trato dispensado por la isla ha sido del gusto de Hilton, que también hacía mención, en su cuenta personal de Instagram, de una entrevista que le realizó un periodista de la isla pitiusa en la que aseguraba que le encanta “hacer feliz a la gente”. “Disfruté mucho contigo, cielo”, le asegura al periodista Juan Suárez. La ‘socialite’ ha pasado el verano a lo largo y ancho de la costa española, ya que también se dejó ver por Marbella ejerciendo de ‘DJ’ de la mano de su última conquista, Álvaro Garnero, un brasileño con el que lleva saliendo desde hace unos meses. Aunque su delgadez era más que visible, ha sido la prensa norteamericana la que ha puesto el acento en su aspecto físico. En la española, las ‘locuras made in Paris’ ya se dan por habituales y pocos han reparado en que su figura era más esbelta de la cuenta en los últimos meses.

Karen Carpenter, una referencia sobre la enfermedad

En el país de las barras y las estrellas hay una especial sensibilidad con la anorexia, dados los muchos casos de celebrities que sufrieron las fatales consecuencias de una enfermedad que puede acarrear serios problemas de salud. Una comparación recurrente durante estos días ha sido la de la cantante Karen Carpenter, la parte femenina del dúo musical The Carpenters. La joven triunfó en la década de los setenta formando dúo con su hermano y con canciones como Top of the world o Ticket to Ride, que se convirtieron en edulcorados himnos de una década marcada por los cambios y la música disco.

Esos temas supusieron un salto definitivo a la fama pero, al mismo tiempo, esa fama la fue reconcomiendo, ya que se sentía insegura de sí misma y tenía una visión distorsionada de su propia figura, lo cual la llevó a realizar dietas extremadamente peligrosas. Cuando no se sabía apenas nada de la enfermedad, Carpenter abusaba del ipecacuana, un jarabe utilizado por los médicos para inducir al vómito que, unido a su malnutrición, acabó por provocarle un infarto a los 32 años que acabó con su vida en 1983.

Del cariño popular que se le tiene a Karen Carpenter se desprende el hecho de que la sociedad norteamericana esté especialmente sensibilizada con la enfermedad y con aquellos que la padecen, sean o no sean famosos. Tales han sido las comparaciones con Hilton que algún que otro comentarista maledicente ha llegado a recordar la película de Todd Haynes realizada con muñecas Barbie que relataba la vida de la cantante y han llegado a decir que “si alguien tuviese que protagonizar la secuela, esa sería Paris Hilton”.

Ajena a esos comentarios, la heredera de todo un imperio se resarce de su ‘verano español’ y hace todo lo posible, como aseguran muchos periodistas, para seguir siendo noticia a toda costa, siendo delgada o gorda, pobre o rica, discreta o excéntrica.