Rihanna revoluciona Madrid, aunque trata de vender la moto con sus maquillajes Fenty Beauty

Rihanna ha paralizado las calles de Madrid con su presencia. La cantante tenía la intención de presentar su nueva colección de maquillaje, Fenty Beauty. Llegó relajada, de hecho llegó dos horas tarde y nadie le importó esperar más de la cuenta con tal de ver a la artista en suelo español posando ante las cámaras. Eso sí, solo cinco minutos cronometrados, porque su retraso requería que sus compromisos se agilizasen al extremo. Aun así, no defraudó y el buen sabor de boca que dejó la cantante de Barbados en la capital española sigue generando titulares, más allá de los medios especializados en cosméticos.

Rihanna es una mujer muy completa, también fuera de los escenarios. Sabe moverse con elegancia para conquistar a propios y extraños, aunque el regusto que deja es algo interesado. Confesó que le encanta estar en España, que es un país que ama mucho y que siempre que puede trata de venir de vacaciones, aunque la vemos más trabajando que de ocio. “Me encanta venir de gira, de vacaciones, nunca es un mal momento para estar en este país y mis fans de aquí han sido entregados. Lo mínimo era venir”, aseguraba Rihanna, que también deslizó que “España es uno de los mercados más entusiastas”. Es decir, viene a vender maquillaje y ella maquilló su visita.

Rihanna tiene claro que parte de su inminente triunfo en el sector beauty -tras sus débiles éxitos en la música de los últimos años- reside en que se ha centrado especialmente en las mujeres negras para realizar su colección. “Desde mi experiencia, siempre he notado el hueco en la industria para mujeres de color o muy pálidas. Es 2017, y nadie tendría que ir a su tienda de maquillaje y no encontrar la base adecuada. Y me siento bien de haber podido traer esa positividad a la industria. Me hace feliz y me entristece al mismo tiempo que hayamos tardado tanto”, confiesa la artista, que mira por el bien de las mujeres con tonos de pieles más dispares, mientras trata de conseguir el poderío perdido en la música, no solo con su incursión en el mundo de la cosmética, sino también con pinitos en el cine.