Cristiano Ronaldo recuerda sus humildes orígenes a través de una emotiva carta
Después de sus problemas con la justicia y las críticas por presumir de coches de lujo en las redes, ahora ha querido recordar a todos que no siempre fue rico y que lo tuvo muy difícil en su vida
Cristiano Ronaldo ha querido acercarse aún más a sus seguidores, viendo que en los últimos meses se ha alejado del público por sus problemas con la justicia española y por las críticas que ha recibido por presumir de coches de alta gama con tanta naturalidad. Es por ello que ha tratado de exponer a través de una carta cómo ha sido su infancia, sus humildes orígenes, el ejemplo que ha supuesto su padre en su vida y cómo sus hijos le hacen estar en contacto directo con la realidad.
Con una evidente carga emotiva, el futbolista portugués ha aprovechado el espacio que 'The Players Tribute' reserva los deportistas para este tipo de comunicados. En él, Cristiano Ronaldo no solo trata cómo comenzó a hacer del balón su medio de vida, sino también lo difícil que fue su infancia y cómo su familia se ha convertido por ello en su principal pilar: “La vida no era fácil en Madeira. Jugaba con unas botas viejas que heredaba de mi hermano o me las prestaban mis primos, pero cuando eres niño no te preocupa el dinero”, asegura el jugador, uno de los mejor pagados de la historia del fútbol. “Antes, yo solo jugaba en las calles de Madeira con mis amigos. Y cuando digo la calle, no me refiero a una callecita vacía, sino una calle. No teníamos porterías ni nada y teníamos que parar el partido cada vez que pasaba un coche. Yo era muy feliz así”.
Cuando comenzó a jugar al fútbol, su padre fue quien más le apoyó, porque comprobó que ya despuntaba con el balón. Aun así, su austera infancia le pasaba factura: “Era muy flaco y no tenía músculo. Cuando tenía 11 años tomé una decisión. Sabía que tenía más talento que los demás y decidí que iba a trabajar más duro que ellos” y así ha llegado a ser un galáctico del Real Madrid, aplaudido dentro y fuera de su vestuario. Para eso, debió abandonar a su familia y viajar a Lisboa a perseguir su sueño, algo que ahora él ve imposible si fuese su propio hijo, que ahora tiene 7 años, el que tuviese que hacer las maletas para seguir sus pasos: “Me parece una locura cuando lo recuerdo. Mi hijo Cristiano tiene 7 años. Solo pensar en cómo me sentiría si dentro de 4 años estuviera ayudándole a hacer las maletas para mandarle a París o Londres… prefiero ni imaginármelo”, confiesa”.
“Mi padre estaba siempre ahí, en la banda, con su barba y su uniforma de trabajo. Le encantaba. Pero a mi madre y mis hermanas el fútbol no les interesaba en absoluto. Cada noche durante la cena, mi padre trataba de convencerles para que vinieran a verme jugar. Él fue mi primer representante. Cuando llegábamos a casa después de los partidos, él solía decir ¡Cristiano ha marcado un gol! Ellas respondían 'ah, muy bien', no parecían muy emocionadas”, sigue relatando el jugador, que ve a su padre como su principal apoyo en esta aventura que le ha llevado al estrellato y el culpable de que su familia finalmente se interesasen por sus dotes con el balón, que finalmente acudieron a verle a los partidos.
Cristiano Ronaldo ha querido acercarse aún más a sus seguidores, viendo que en los últimos meses se ha alejado del público por sus problemas con la justicia española y por las críticas que ha recibido por presumir de coches de alta gama con tanta naturalidad. Es por ello que ha tratado de exponer a través de una carta cómo ha sido su infancia, sus humildes orígenes, el ejemplo que ha supuesto su padre en su vida y cómo sus hijos le hacen estar en contacto directo con la realidad.