Salvador Sobral, ganador de Eurovisión 2017, conectado a un corazón artificial

La espera de Salvador Sobral, ganador de Eurovisión 2017, es larga. Tras unos meses esperando un trasplante de corazón, las últimas noticias sobre su salud apuntan a que está conectado a un corazón artificial. La intervención no es muy habitual en los hospitales portugueses, pero esa ha sido la única solución para que su vida no corra peligro. Una máquina externa conectada a su cuerpo que viene a acrecentar la preocupación sobre su estado.

Un periódico del país luso ha asegurado que los costes del aparato, procedente de Estados Unidos, son de 110.000 euros. Algunos hasta incluyen la opinión de expertos como el presidente de la Fundación Portuguesa de Cardiología, Manuel Carrageta, que ha dicho que “un corazón artificial permite que el corazón biológico se recupere e incluso ayuda a que gane fuerza en la inmensa mayoría de los casos”.

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Sin embargo, la solución es provisional y no garantiza la recuperación del joven, que ya salió de la Unidad de Cuidados Intensivos pero cuya vida sigue pendiendo de un hilo. O de un corazón, en este caso. Sobral ya anunció hace apenas unos meses que se retiraba de los escenarios debido a su frágil salud. Su médico le dijo hace un año que moriría en nueve meses si no conseguía un corazón en el plazo de un año. Desde su nacimiento, el joven ha sufrido problemas de corazón que han hecho que tenga que vigilar atentamente su salud.

Los médicos ya desaconsejaron una vida de sobresaltos, pero aun así él quiso cumplir su sueño de representar a Portugal en Eurovisión. De hecho, ni tan siquiera realizó las pruebas de sonido ni los ensayos previos, dejando esta tarea a su hermana, compositora de la exitosa 'Amar pelos dois'. Tras su triunfo, se embarcó en una gira promocional que acabó dejándole muy cansado, algo que puede haberle pasado factura. Por ahora, un corazón artificial trata de evitar que su vida se apague.