De la bañera de Swarovski de Beyoncé al vibrador de platino de los Beckham

Esta noche ha sido Noche de Reyes. Eso quiere decir que miles de hogares en nuestro país han recibido la visita de sus majestades de oriente que llegan cada año repartiendo regalos. Y esta tradición que se repite cada 5 de enero en España y que llena de corbatas, juguetes, muñecas o perfumes los hogares patrios se traduce de otra manera cuando hablamos de 'celebrities'. Ellos juegan en otra liga, una mucho más cara, claro. Por muy bonito, exclusivo o especial que sea el regalo que has encontrado hoy, probablemente no tenga nada que hacer frente al que recibió Victoria Beckham de parte de su marido o con la Barbie que Beyoncé le regaló a su hija valorada en 60 mil euros. Porque los vips tienen otros gustos (ni mejores ni peores, solo más prohibitivo) y hemos hecho una lista que lo demuestra.

La Barbie de Beyoncé

La cantante norteamericana y su marido, Jay Z, regalaron a la pequeña Blue Ivy Carter (que por cierto tiene su propia línea de merchandising) una muñeca Barbie de 160 diamantes e incrustaciones de oro blanco, valorada en 60 mil euros. La generosidad de los papás fue además secundada por los de sus amigos y allegados que regalaron al bebé sonajeros de oro, muñecos de Tiffany y un minicoche Bugatti. El premio al regalo más currado fue para Kelly Rowland, compañera de Beyoncé en el grupo Destiny Child, que regaló a la feliz pareja una bañera de cristales de Swarovski rosa valorada en unos 5.000 euros. Súper práctico.

El poni de Suri

Tom Cruise será un tipo excéntrico pero no es un tío agarrado. En la navidad de 2012, cuando la hija del actor de 'Misión Imposible' y de la actriz Katie Holmes, tenía cinco años, sus papás se gastaron la friolera de 100 mil dólares para comprar a la pequeña, entre otras cosas, un poni, unos aros de diamantes y un abrigo de piel. Como al actor el presente le debió parecer poca cosa, también aprovechó para regalarle a su hija una casa en Nueva York valorada en 10 millones de euros, porque, según él, sería el lugar ideal para guardar al poni y el resto de juguetes. ¡Quién fuera poni!

El cochazo de North Kardashian

Kim Kardashian puede ser acusada de muchas cosas (hortera entre las primeras), pero si hay algo que no es la celebrity norteamericana es discreta. "Antes brilli que sencilla, ay que sencilla, ay que sencilla" podría cantar la socialité si conociera la trayectoria musical de María Isabel. El caso es que tanto ella como su media naranja, el ostentoso Kanye West, regalaron a su hija North cuando apenas contaba un año y medio de edad, una tiara con incrustaciones de diamante de 62 mil dólares, y un réplica de una camioneta de lujo SUV de 12 mil dólares.

Sandra Bullock Wharhol

Sandra Bullock es una de esas actrices capaces de lo mejor (Oscar por 'Un sueño posible') y de lo peor (Premio Razzie por 'Loca Obsesión'). Y cuando se trata de ser generosa le pasa lo mismo: el exceso y la originalidad le pierden. Por eso no sabemos qué pensar con el regalo que le hizo a su hijo pequeño, Louis, al que le entregó un cuadro de Andy Warhol valorado en 12.000 euros cuando solo tenía un año. Un coleccionista precoz.

El vibrador de Victoria

La vida sexual de David Beckham y Victoria nos parece, aparentemente y sin entrar en detalles, satisfactoria: un matrimonio sólido, cuatro hijos nacidos del amor, y alguna sesión de fotos que deja adivinar que entre la cantante de las Spice Girls y el futbolista hay muy buen entendimiento. Por si había alguna duda de su complicidad sexual, David compró a Victoria en 2004 el regalo sexual más caro del mundo (en aquel momento): un vibrador de platino valorado en casi dos millones de euros. El vibrador con una base incrustada de diamantes de 10 quilates venía acompañado por un collar (también de diamantes) de 16 quilates. Solo existen 10 iguales en todo el mundo.

El corazón de Pitt

Hubo un tiempo en el que el corazón de Brad Pitt pertenecía a Angelina, y el de la actriz al del actor. Y así hasta el infinito. Pero ahora que el amor entre ellos es historia y cada uno se ha quedado con su órgano vital correspondiente, al menos el actor de 'Troya' puede presumir de tener dos corazones, por si le falla el primero. En 2013, cuando el amor estaba en su zenit, Angelina le regaló a Brad una isla en forma de corazón, valorada en 15 millones de euros. Una exclusiva propiedad de 44.000 metros cuadrados a 50 millas de Nueva York, que cuenta con dos viviendas del arquitecto Frank Lloyd Wright. "La casa es ideal para escapadas románticas o como un retiro familiar", rezaba el anuncio de 'Se vende'. Por ese precio, debería valer como refugio nuclear o como casa de un futuro 'Gran Hermano Vip de Luxe'.