Super Bowl: el soporífero Timberlake, el look de Melania Trump y la traición a Bündchen

La Super Bowl 2018 ha amenizado la madrugada del lunes, siendo uno de los grandes atractivos de la temporada, además de ser uno de los eventos deportivos más importantes de los Estados Unidos. Como tal, las marcas pagan millonadas por mostrar sus anuncios en el intermedio del partido que enfrentaba a los New Engand Patriots contra los Philadelphia Eagles, con triunfo de este último a 41-31 puntos. Sin embargo, de lo que todos hablan en las redes sociales es del espectáculo que Justin Timberlake ofreció durante el descanso, para unos soporífero y para otros cargado de emoción.

Nunca llueve a gusto de todos, pero su tercera experiencia en la Super Bowl no ha dejado indiferente a nadie. Justin Timberlake quiso hacer un guiño a la polémica que protagonizó en 2004 cuando amenizaba el descanso de este evento deportivo junto a Janet Jackson. En su día, cuando el cantante pronunciaba la frase de la canción 'Rock your body' “puedes apostar a que voy a desnudarte antes de que acabe esta canción”, dejó al descubierto un pecho de su compañera de escenario. Fue un escándalo mayúsculo y el cantante no ha querido que el público se olvide de ello 14 años después iniciando el espectáculo con esta misma canción.

Pero poco ha logrado acaparar tantas miradas durante el espectáculo de la Super Bowl como la aparición en escena de un joven espontáneo. Timberlake cantaba su éxito 'Can't stop the feeling' acercándose al público por una escalinata. Allí estaba un joven que no sabía muy bien qué debía hacer, saturándose al comprobar cómo todas las cámaras se centraban en él. No dudó en hacerse un selfie junto al cantante, pero después no sabía si lanzar un tuit con la foto, si cantar la canción que no se sabía, si seguir el ritmo con un baile pegadizo que no conocía, si mirar a la cámara o disimular. El resultado ha sido una infinidad de memes que han robado protagonismo al propio artista. Es decir, sin hacer nada, brilló más que la estrella del momento.

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Raoul Higuera

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Muy comentado ha sido también el look de Melania Trump para la ocasión. La primera dama se ha convertido en un icono de estilo en todo el mundo, pero no precisamente por sus looks deportivos. Para la final de la Super Bowl 2018, la mujer de Donald Trump estrenó una bomber con la que hacer un guiño al espectáculo que iba a presenciar. Eso sí, por muy deportista que se pusiese, Melania no estaba dispuesta a bajarse de sus tacones de más de 10 centímetros de altura y es que si unas inundaciones no le obligan replantearse su modelito, ¿por qué lo iba a hacer para ir al fútbol?

Pero otro nombre de mujer sonó con fuerza en la noche grande del deporte, aunque ella no es deportista. Se trata de Gisele Bündchen, que ha arropado a su marido, el quarterback de los Patriots Tom Brady, en este importante día después de haberla traicionado públicamente. No es que le fuese infiel con otra fémina, sino que se ha dado a conocer que la prioridad del futbolista es el fútbol, por encima de su mujer o sus hijos. Su carrera es muy importante para él y así lo reconocía la propia maniquí brasileña: “Mi marido ha sido muy honesto al admitir quién es realmente su gran amor: el fútbol”. Esta declaración no ha sido muy bien recibida y son muchos los que le han criticado que apoye a su esposo cuando él no hace lo propio con ella.