Selena Gomez habla de la depresión y la ansiedad por la que ha sido ingresada
La cantante está decidida a curarse de los problemas que sufre, aunque comprende que estas enfermedades la acompañarán durante toda su vida. Así lo explica ella
Selena Gomez no atraviesa su mejor momento personal, a pesar de que ha recuperado su primer amor, Justin Bieber, anteponiéndose a todos los que no confían en el triunfo del amor (por enésima vez). La cantante se trasladó el pasado mes de enero a Nueva York, donde se instaló despertando la curiosidad de los medios por esta inusual decisión. Después se conoció que la motivación de la persona más exitosa de Instagram era participar en un programa de dos semanas para tratar la depresión y la ansiedad que padece desde hace meses y que le imposibilita disfrutar de los pequeños placeres que la vida le pone en su camino.
Poco a poco, Selena Gomez ha perdido el miedo a hablar de su salud en los medios de comunicación. El lupus fue un tabú para ella durante meses, hasta que finalmente dio el salto a los titulares y cundió en pánico entre sus seguidores, dado que no conocían bien en qué consiste esta afección. Después su trasplante de riñón fue un varapalo que ella supo gestionar a la perfección, dado que lo dio a conocer semanas más tarde de haberse producido, una vez que ya estaba recuperada. Ahora ha adelantado los tiempos y no duda en hablar de la depresión y la ansiedad, incluso sin haberlas superado por completo. Se está volviendo más valiente y comunicativa.
“He tenido muchos problemas con la depresión y la ansiedad, y he hablado mucho de ello, pero no es algo que sienta que vaya a superar”, confiesa Selena Gomez en conversación con la revista 'Harper's Bazaar', entrevistada por Katherine Langford, la protagonista de la serie 'Por trece razones', de la que la cantante es productora. “Creo que es una batalla a la que me voy a tener que enfrentar el resto de mi vida y eso me parece bien, porque sé que me estoy escogiendo a mí misma por encima de todo lo demás. Quiero asegurarme de que estoy sana. Si eso está bien, todo lo demás estará en su lugar. No me quiero marcar metas, porque no quiero decepcionarme si no las consigo”, trata de mostrar el lado positivo de una situación negativa.
En 2016 ya ingresó en una clínica de rehabilitación para tratar la depresión y la ansiedad, aunque muchos creen que además trataba de superar alguna adicción. Sea como fuere, Selena Gomez asegura que parte de esta decisión de buscar ayuda profesional residía en el hecho de que se había convertido en un ejemplo a seguir para millones de personas, concretamente 133 millones, siendo la artista con más seguidores en Instagram. Tanta presión y la determinación de aprovechar esa situación para mostrar la mejor versión de sí misma la obligó a pedir ayuda. No se arrepiente.
Selena Gomez no atraviesa su mejor momento personal, a pesar de que ha recuperado su primer amor, Justin Bieber, anteponiéndose a todos los que no confían en el triunfo del amor (por enésima vez). La cantante se trasladó el pasado mes de enero a Nueva York, donde se instaló despertando la curiosidad de los medios por esta inusual decisión. Después se conoció que la motivación de la persona más exitosa de Instagram era participar en un programa de dos semanas para tratar la depresión y la ansiedad que padece desde hace meses y que le imposibilita disfrutar de los pequeños placeres que la vida le pone en su camino.