Melanie Griffith, operada de cáncer en la nariz, reaparece irreconocible en Viena

Melanie Griffith ha reaparecido en la noche de este jueves en el Baile de la Ópera de Viena, una de las grandes atracciones de la capital austriaca conocido también como “el baile de los bailes”. Sin embargo, a muchos les costó mantener la atención puesta en el escenario, debido a que apreciaban que algo sucedía en el rostro de la actriz. Para evitar las especulaciones maliciosas, la exmujer de Antonio Banderas se apresuró a comentar a los presentes lo que realmente le sucedía, que nada tenía que ver con una intervención de estética: ha sido operada de cáncer.

“He tenido ahora un cáncer en mi nariz que tuvo que ser operado. El aspecto es horrible, pero mi artista de maquillaje ha hecho un trabajo fantástico”, confesaba Melanie Griffith a los medios congregados en Viena para cubrir uno de los espectáculos más esperados del año. Aun así, no quiso darle demasiada importancia a este percance de salud del que aún se está recuperando y tocó uno de los típicos temas cuando uno quiere esquivar una conversación más profunda: “He pasado en Viena un día magnífico, pero no he podido pasear por la ciudad como hubiese querido porque hacía mucho frío”, desviaba la atención la actriz.

Para la ocasión, Melanie Griffith optó por llevar un vestido de noche diseñado por el tunecino Azzedine Alaïa, el cual murió el pasado mes de noviembre. Ese modelito no es actual, sino que el propio modisto se lo hizo a medida a la actriz en su época dorada en el cine hace más de 20 años. Ella quiso homenajearle así acudiendo a esta gran cita en Viena con uno de sus trabajos

Melanie Griffith ha sido la invitada de este año del millonario Richard Lugner, de 85 años, que cada año ofrece a una estrella internacional acompañarle a ver este espectáculo. Se sabe que paga millonadas para sentar a su lado a rostros populares de Hollywood, aunque no ha trascendido el montante que se habría embolsado la actriz por aceptar esta oferta, a pesar de que no se sentía tan segura de sí misma como de costumbre debido a que su paso por quirófano era aún evidente en su nariz. Eso sí, ni esto fue suficiente para borrarle su sonrisa.