La fastuosa boda de Bee Shaffer y Francesco Carrozzini, herederos de 'Vogue'

Está siendo un año próspero en cuanto a nupcias VIP. La última, el inminente enlace este sábado entre Bee Shaffer, periodista y productora de televisión de 30 años, con Francesco Carrozzini, de 35, fotógrafo de moda. Quizá sus nombres le resulten extraños, pero seguro que conoce a sus respectivas madres: Anna Wintour, directora de 'Vogue' USA, y Franca Sozzani, exdirectora de 'Vogue' Italia hasta su muerte en diciembre de 2016.

Con esas credenciales, pueden suponer que todas las celebridades interesadas en el show business más frívolo y rentable del globo se están peleando por poder acudir al evento. Hasta ahora, son dos las grandes incógnitas: la lista oficial de asistentes y el artífice del vestido de novia. Las apuestas por qué diseñador firmará el vestido de Shaffer son muchas y diferentes. Si Óscar de la Renta, amigo íntimo de Wintour, siguiera vivo, probablemente sería él, pero hoy son todo especulaciones. El creador que vista a la hija de Anna Wintour el día de su boda habrá ganado la lotería de la moda.

Lo que sí se sabe ya es la localización de la celebración -y no podría ser más exclusiva-: una mansión propiedad de Wintour en Long Island, Nueva York. El escenario le resultará familiar porque ha sido plató de películas como 'El Padrino' (1972), 'Ciudadano Kane' (1941) o 'Crueles intenciones' (1999). Así las cosas, parece que los familiares interesados en ser testigos de este día tan especial tendrán que viajar desde Reino Unido e Italia. Aunque no creemos que el presupuesto sea un dilema familiar teniendo en cuenta que el tío de Shaffer, Patrick Wintour, es editor en ‘The Guardian’.

Quienes ya han sido confirmados de una forma u otra son los fotógrafos Mario Testino y Bruce Weber y la actriz Dianna Agron. También es previsible que acudan Colin Firth y su esposa Livia, muy amigos de la pareja. Aunque la discreción y la privacidad son las máximas de los novios, por lo que poco sabremos incluso después del bodorrio. De hecho, a pesar de presumir de su amor en redes sociales, se han dejado ver en muy pocas ocasiones en público, la última en la Gala MET del pasado mayo. Ella estaba radiante en un magnífico Valentino firmado por Pierpaolo Piccioli del color característico de la maison francesa.

La trayectoria profesional de los prometidos es extensa y exitosa: ella trabaja desde hace tiempo produciendo el show televisivo ‘Late Night with Seth Meyers’; él es fotógrafo y le monta los videoclips a estrellas como Beyoncé o Lana del Rey, con la que mantuvo una relación tormentosa que fue carne de paparazzi. Como carne de tabloide fue la despedida de soltera que celebró la novia en Tulum, México, el pasado mes de mayo. Con sus amigas, todas vestidas de negro, se hospedaron en el lujoso hotel Esencia, donde una noche asciende a la astronómica cifra de mil euros para dos huéspedes.

La relación entre la famosa madre y la hija es fabulosa, tanto que presumen de ser amigas y confidentes. Algo que a medio mundo le extraña al saber la personalidad hermética de la jefa de 'Vogue'. Wintour también mantenía una íntima amistad con la madre del novio, la que hubiera sido su consuegra, Franca Sozzani. La editora fue una eminencia de la moda que falleció tras una batalla contra el cáncer de pulmón. Como homenaje, Wintour ha reconocido: “Llevaba un pequeño reloj que Franca me había regalado y le prometí, como celebración de nuestra amistad, que se lo regalaría a Francesco si alguna vez era bendecido con una hija”.