A la venta el casoplón de Elizabeth Taylor en Beverly Hills por casi 16 millones

Fue una gran estrella hasta el final, cuando murió en ese mes de marzo de 2011 en el que nos dijo adiós. Elizabeth Taylor vivió una vida de abundancia con docenas de propiedades, joyas, mascotas y maridos. Eso, unido al estatus mítico de sus cintas, fue lo que la acabó convirtiendo en un icono pop. Ahora, una de sus casas más emblemáticas sale a la venta. La mansión de Beverly Hills en la que la actriz vivió en la década de los 50, cuando estaba casada en segundas nupcias con el británico Michael Wilding, puede ser de aquel que tenga suficiente dinero para comprarla.

La protagonista de 'Cleopatra' pasó algunos de los momentos más importantes de su vida en ese hogar. Allí fue, por ejemplo, donde crio a dos de sus hijos, Michael Howard Wilding y Christopher Edward Widing.

Construida en 1953, la casa se vende por 15,9 millones de dólares. La mansión posee bonitas vistas al mar y a la ciudad de Los Ángeles. Incluye una piscina, seis dormitorios, siete baños, una sauna, puertas correderas y vigas de madera que se alinean con las paredes dentro de un conjunto perfectamente armónico.

Durante su estancia en este 'casoplón' con arquitectura típica de California, la actriz vivió una época dulce en lo profesional. 'Un lugar en sol' le había dado la oportunidad de que la tomasen como algo más que una actriz adolescente y, a lo largo de esa década, George Stevens, director de aquella cinta, volvería a contar con ella para 'Gigante'. Unos años más tarde, 'La gata sobre el tejado de zinc' demostraría por fin su talento. Todos esos éxitos cinematográficos los vivió en la mansión que ahora se ha puesto a la venta.

En su libro de memorias, la actriz describió el lugar como “la casa más bonita” que jamás había visto. Lo que no fue tan bonito fue el matrimonio de Taylor con Wilding, ya que se acabaron separando en 1957, abandonando el domicilio conyugal poco tiempo después. Cuentan las malas lenguas que Wilding aprovechó una de las ausencias de Taylor (cuando se fue a Marfa, Texas, a rodar 'Gigante') para llenar la casa de 'strippers'. Aquel fue, al parecer, uno de los detonantes del divorcio.

El propietario actual, que tiene 90 años y ha vivido en ella desde que la actriz la desocupase, hizo obras para ampliar sus vistas y mandó construir algunas ventanas y puertas de vidrio para acceder a las terrazas y los jardines que la adornan.

Ahora, esta joya de la arquitectura 'angelina' se ha puesto a la venta para deleite de todos los fans de la Taylor, una de esas últimas estrellas del Hollywood más dorado que, a día de hoy, siguen siendo noticia.