Sully: historia del perro labrador que acompañó a George Bush hasta su muerte

La imagen de Sully, el perro labrador de George Bush padre, agazapado bajo el ataúd del que fue su amo ha dado la vuelta al mundo. El que fuese presidente de Estados Unidos murió el pasado viernes y su capilla se instaló en el Congreso de Estados Unidos, donde permanecerá abierta hasta este miércoles. El expresidente ha vivido sus últimos meses de vida acompañado y ayudado por esta mascota que recibió el pasado mes de junio de parte de America's VetDogs, una organización sin ánimo de lucro. El perro ha sido de vital importancia en la recta final de su vida.

A sus dos años de edad, está perfectamente entrenado por los mejores profesionales y era capaz de llevar a cabo muchas tareas que facilitaron la vida a Bush.

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Entre otras cosas, el can podía abrir puertas y sostener con su boca objetos que no podía coger el expresidente debido a lo avanzado que estaba su párkinson. Además, estaba especialmente entrenado para pedir ayuda en caso de emergencia.

La popularidad del labrador ha sido tal que tiene su propia cuenta de Instagram. En ese espacio es donde los usuarios han podido ver desde que era un cachorro hasta algunas de las cosas por las que no era un perro más. Un ejemplo: bajo la foto en la que aparece con apenas seis semanas de vida, incluso reza una frase supuestamente escrita por la mascota. “¡Awwww papá! ¡No enseñes todas mis fotos de bebé!”.

Otras imágenes resultan de lo más simpáticas y refuerzan la idea de que Sully siempre ha sido un perro fiel a un amo que estaba imposibilitado. “Hoy es mi sexto mes (…) Queremos celebrar el gran trabajo que han hecho y el increíble trabajo que van a hacer la siguiente generación de Sullys como perros guía”, aparece escrito bajo una de sus instantáneas. En otra, el fallecido expresidente acaricia su cabeza. “Siempre es un honor estar con mi mejor amigo”, reza la foto.

Todavía no se sabe si Sully estará presente en el funeral de Estado que se celebrará este miércoles en Washington D.C. en honor a Bush, pero parece que existen bastantes probabilidades de que sea así. Y allí, entre conciertos musicales y guardias de honor, Sully moverá la cola por última vez al que fuese su amo y amigo.