Lujo asiático: qué esconde la poderosa y misteriosa familia dueña de Huawei

En el impresionante campus tecnológico de Huawei en Shenzen (China), las paredes tienen citas del billonario fundador y CEO de la compañía, Ren Zhengfei. Luego se llega al laboratorio de investigación, que recuerda a la Casa Blanca. Pero lo más curioso son los tres cisnes negros que nadan despreocupados en un lago.

Para Ren, exsoldado del Ejército Popular de Liberación reconvertido en magnate de las telecomunicaciones, estas elegantes aves son un símbolo sobre evitar la complacencia y prepararse para una crisis inesperada. Una como la que acaba de ocurrir con la detención en Canadá de Meng Wanzhou, directora financiera de Huawei y a la sazón hija de Ren, acusada de “conspiración para defraudar a instituciones financieras” con el fin de acceder al mercado iraní, violando así las sanciones impuestas por Estados Unidos a Teherán.

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Aunque el pasado martes Meng fue puesta por fin en libertad bajo fianza de seis millones y medio de euros, este escándalo ha puesto en el punto de mira a una de las familias más ricas y poderosas de China, que hasta ahora habían conseguido pasar relativamente desapercibidas, al menos en Occidente.

Las escasas apariciones en medios de comunicación de los miembros mayores de la dinastía contrastan con la afición a exponerse en redes sociales de los más jóvenes. Y eso permite conocer algunos detalles de la lujosa vida de este clan.

Ren Zhengfei, el patriarca, cumplió 74 años el pasado mes de octubre. Aunque es uno de los hombres más ricos de su país, con un patrimonio valorado en 2.810 millones de euros, presume de orígenes humildes y rurales. "Teníamos sal para cocinar, así que nos consideraban ricos", declaró a la BBC en una entrevista en 2015.

Esa fue una de las contadas veces en las que el CEO de Huawei habló para un medio de comunicación, lo que contribuye a que su vida esté cubierta por un halo de misterio. También aprovechó esa ocasión para negar las acusaciones de espionaje, sobre las que insisten desde Washington, desde donde recomiendan a sus países aliados que dejen de usar dispositivos de la firma china.

Ren se ha casado en tres ocasiones y su actual esposa, Su Wei, fue antes su secretaria. Con Meng Jun, su primera mujer, tuvo a principios de los 70 a sus dos hijos mayores: Meng Wanzhou y Meng Ping. Como en el caso de las hijas de Vladimir Putin, ambos adoptaron el apellido de su madre para "evitar atenciones innecesarias", según medios chinos.

Meng Wanzhou, de 46 años, también conocida como Sabrina o Cathy Meng, comenzó su carrera como recepcionista hasta llegar a ser directora financiera de Huawei. Igual que su padre, también intentó mantener un perfil bajo hasta que saltó a los titulares a raíz de su detención en Canadá. De ella se sabe que tiene cuatro hijos, siete pasaportes y que se ha casado dos veces. Del segundo hijo del fundador del gigante tecnológico, Meng Ping, poco se sabe, al margen de que también trabaja en la empresa de su padre y que parece tener escaso interés en sucederle.

Poco después de fundar su empresa, Ren se divorció para casarse con su segunda esposa, Yao Ling, con quien tuvo a su tercera hija, Annabel Yao, de 20 años. Estudiante de informática en Harvard, la vida de la benjamina de la dinastía tiene poco que ver con la discreción que caracteriza a sus hermanos mayores. Al menos, eso es lo que transmite en sus redes sociales, llenas de cuidadas imágenes de lujo y glamour en las que muestra su pasión por el ballet, la moda y los viajes.

Pocos días antes de que Meng Wahzhou fuera arrestada en Canadá, por ejemplo, Yao era una de las 19 protagonistas de Le Bal des Debutants en París, una exclusiva gala para las jóvenes aristócratas o de familias ricas de todo el mundo. Con motivo de esta celebración, Yao consiguió algo inédito: que sus padres posaran junto a ella en su lujosa mansión de Shenzen, para una entrevista con la revista francesa 'Paris Match'.