La supercasa de Elsa Pataky y Chris Hemsworth que parece un centro comercial
La pareja está a punto de finalizar su mansión en la costa de Byron Bay, paraíso australiano que ha ganado visibilidad internacional gracias a ellos. Excusa que no convence a sus vecinos
Sídney, una de las ciudades más caras y con una de las rentas per cápita más altas del globo, ha encontrado en un pequeño pueblito surfero un duro competidor inmobiliario. Byron Bay, antiguo asentamiento hippie, se ha convertido en el destino favorito de millonarios e influencers que ven en el azul de sus playas el nuevo paraíso de la jet set amante de la filosofía 'flower power’.
Esta circunstancia ha revalorizado el terreno de esta zona hasta hacerla más exclusiva que la principal ciudad del país. Actualmente, el precio medio de la vivienda en Byron Bay asciende a los 1,5 millones de euros. Y no exageramos si afirmamos que esto, en parte, se debe a Elsa Pataky. Bueno, y a su esposo, el actor Chris Hemsworth.
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La pareja de actores abandonaba en 2015 las colinas de Los Ángeles y se trasladaban a Australia, donde comenzaban una apacible y exclusiva vida. En el país de los canguros y los koalas dibujaron hace más de un año el que será su hogar familiar. Una supermansión valorada en 7,8 millones de euros que ahora, tiempo después, está a punto de finiquitarse. Eso sí, sin evitar el drama vecinal.
Según publican diversos medios nacionales, los vecinos de la zona se habrían quejado a causa del tremendo tamaño que la casona de la pareja ocupa a pocos metros de la playa Seven Mile. De hecho, el tamaño de esta construcción habría sido comparado con un centro comercial, una cárcel e incluso una zona financiera inexistente en el enclave costero. El terreno albergará seis habitaciones, un amplio gimnasio, un lujoso spa, sauna, una piscina, una sala multimedia y otra destinada a que los niños jueguen. Un sueño para los Hemsworth que, según algunos, podría afectar en exceso a la ecosistema local.
Sin embargo, no todo son malas noticias para los tórtolos y su familia, ya que, como afirma Nerida Conisbee, experta en bienes y raíces que habló con el medio News.com, la presencia de la pareja habría disparado desde hace años la exposición mediática y la visibilidad de la zona, que vive un auge económico sin precedentes.
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Sídney, una de las ciudades más caras y con una de las rentas per cápita más altas del globo, ha encontrado en un pequeño pueblito surfero un duro competidor inmobiliario. Byron Bay, antiguo asentamiento hippie, se ha convertido en el destino favorito de millonarios e influencers que ven en el azul de sus playas el nuevo paraíso de la jet set amante de la filosofía 'flower power’.