Olivia Colman, de vivir al borde de la pobreza a 'la favorita' en los Oscar

A la espera de que acabe la temporada de premios internacionales, Olivia Colman puede presumir de haber ganado dos Globos de Oro y es una de las 'favoritas' para ganar este año el Oscar por la película 'La favorita', dirigida por el griego Yorgos Lanthimos. Su espectacular y sorprendente interpretación ha dejado sin aliento a los espectadores de todo el mundo y le ha granjeado un lugar en su profesión que nos hace augurarle un futuro espectacular. Sin embargo, su camino para llegar al estrellato del que ahora disfruta no ha sido todo un camino de rosas... De hecho, alguien con menos fortaleza mental que ella tal vez habría tirado la toalla.

Hubo una época en la que tuvo que vivir en la buhardilla de unos amigos y buscar bajo los cojines de su sofá para encontrar alguna moneda perdida para comprarse la cena... Así lo ha recordado 'Daily Mail', que se remontaba recientemente en un artículo a los tiempos en los que se ganaba la vida como limpiadora, una ocupación que no le disgustaba: "Fueron años en los que no tenía trabajo. Fue una época dura, pero me encantaba limpiar y la satisfacción que me generaba". Eso sí, su gran meta en la vida era "poder poner que era actriz en mi pasaporte".

Su momento más complicado

Cuando se mudó desde Bristol a Londres, con el que ahora es su marido, Ed Sinclair, estaban en las últimas económicamente: "Me quedaba un euro en la cuenta y no podía sacarlo en un cajero. Ed tampoco tenía nada de dinero, así que conseguimos encontrar algunos peniques en el sofá con los que nos compramos una patata para compartir".

Corría el año 1998 y estuvieron viviendo en la mencionada buhardilla durante dos meses, pero al año siguiente se compraron un piso de dos dormitorios en la capital, gracias a una herencia que recibió Ed por valor de 30.000 libras esterlinas, lo que les permitió acceder a esta vivienda que compraron por 90.000 y vendieron dos años más tarde por 150.000.

Las cosas no acababan de ir bien para la pareja, que acumuló una deuda de 3.000 libras en su tarjeta de crédito en 2001, pero aún así, Olivia Colman no desistió: "Mi madre decía que iba a darle un año para conseguirlo, pero yo estaba dispuesta a que fueran diez". En efecto no le falló la intuición, pues en 2003 fichó por la serie de televisión 'Peep Show' y más adelante surgió otra sitcom, 'Green Wing', gracias a las cuales ya pudo comenzar a vivir sin sentirse asediada por las deudas.

Una infancia nómada

Hija de un topógrafo y una enfermera, la actriz británica aprendió de sus padres el aprecio por el trabajo: "Los dos tenían una buena ética del trabajo". Estaba muy orgullosa de su madre, porque dedicaba su vida a hacer mejor la de los demás. Gracias a ellos aprendió también a no coger apego por una casa, ya que a sus progenitores les encantaba recuperar propiedades que estaban deterioradas y reformarlas. De hecho, solo en su infancia se mudaron 17 veces. Y su padre, que era un apasionado de los coches, la enseñó a conducir a los 12 años y a los 17 ya tenía una licencia para participar en rallies.

Ahora la actriz se encuentra en el mejor momento de su carrera gracias a 'La favorita', en la que interpreta a la reina Ana Estuardo, en un impresionante duelo interpretativo con Rachel Weisz y Emma Stone, y muy pronto la veremos en la nueva temporada de 'The Crown', en la que interpreta a la reina Isabel II. Dos reinas para la actriz británica, que podría ganar su primer Oscar: "Si soy sincera, siempre he soñado con tener un Oscar, pero estoy intentando no ponerme nerviosa, estar tranquila". Un momento que, sin duda, dedicaría a sus tres hijos, dos niños y una niña, que nacieron en 2005, 2007 y 2015, respectivamente.